Resumen de el rastro de tu sangre en la nieve del autor Gabriel garcia marquez
profesor100
El rastro de tu sangre en la nieve fue una novela que escribió Gabriel García Márquez en 1978.
La historia cuenta que dos recien casados, la señorita Nena Daconte de Ávila y Jimmy Ávila, querían recorrer el mundo. El anillo de la hermosa jóven hacía salir sangre de su dedo anular, debido a que este le hacía daño. Viajaban por Alemania, cuando ella sacaba la mano por la ventana del auto y dejaba manchas de sangre en la nive, pues era invierno.
Nena Daconte le avisó a su esposo, y el le dijo que debían esperar a estar en la ciudad donde buscarían ayuda en un hospital. Al transcurrir dos horas aún con sangre saliendo de su dedo, llegaron a la ciudad. Una vez allí, buscaron un hospital y fue internada urgentemente, así que se la llevaron y él no la volvió a ver. Jimy Ávila se hospedó en un hotel cerca del hospital a esperar al próximo martes, porque los doctores le habían dicho que las visitas solo estaban disponibles los martes. El martes siguiente, el fue al hospital a ver a su esposa, pero, le comunicaron que ella ya había muerto dos días después de que fue internada, y que ya la habían velado con sus familiares. El esposo al estar muy deprimido regresa a su casa y contempla el rastro de sangre en la nieve.
La historia cuenta que dos recien casados, la señorita Nena Daconte de Ávila y Jimmy Ávila, querían recorrer el mundo. El anillo de la hermosa jóven hacía salir sangre de su dedo anular, debido a que este le hacía daño. Viajaban por Alemania, cuando ella sacaba la mano por la ventana del auto y dejaba manchas de sangre en la nive, pues era invierno.
Nena Daconte le avisó a su esposo, y el le dijo que debían esperar a estar en la ciudad donde buscarían ayuda en un hospital. Al transcurrir dos horas aún con sangre saliendo de su dedo, llegaron a la ciudad. Una vez allí, buscaron un hospital y fue internada urgentemente, así que se la llevaron y él no la volvió a ver. Jimy Ávila se hospedó en un hotel cerca del hospital a esperar al próximo martes, porque los doctores le habían dicho que las visitas solo estaban disponibles los martes. El martes siguiente, el fue al hospital a ver a su esposa, pero, le comunicaron que ella ya había muerto dos días después de que fue internada, y que ya la habían velado con sus familiares. El esposo al estar muy deprimido regresa a su casa y contempla el rastro de sangre en la nieve.