La novela inicia narrando a un viajero que regresa de un viaje por Samarra en un camello, cuando en su camino se encuentra con un hombre que está sentado sobre una piedra, en modo pensativo y descansando aparentemente de un fatigado viaje. El viajero al aproximarse al hombre, éste se levantó abruptamente y comenzó a gritar “un millón cuatrocientos veintitrés mil setecientos cuarenta y cinco” y así gritó en diversas oportunidades, así que el viajero le pregunta de manera curiosa que significaban todos los números.
El hombre que calculaba mostró empatía por la forma cautelosa en que el viajero lo abordó para preguntarle de dónde venían los números por lo que convino a contarle el origen de éstos pero antes decidió a contarle la historia completa de su vida.
Capitulo II
El hombre que calculaba, se presentó con el nombre de Beremiz Samir, era oriundo de Persia, cuando era niño se dedicaba al cuidado de ovejas, y para evitar que se le perdieran durante el paseo se dedicaba a contarlas varias veces durante el día. Se había vuelto tan habilidoso con los números que lograba contarlas todas a la primera vez sin ninguna equivocación, de manera que al darse cuenta de su habilidad se dedicó a contar abejas y hormigas.
Su jefe al enterarse de la gran habilidad numérica que tenía le propuso trabajo en su negocio contando dátiles, lo que le hizo generar más ganancias a su jefe, y por esto su jefe agradecido le dio 4 meses de vacaciones y se dirigía a Bagdad a visitar a su familia. Y mientras iba en el viaje, continua ejercitando su habilidad contando árboles. Haciendo gala de su habilidad matemática señalo con su dedo una higuera que estaba cerca y dijo que tiene “doscientos ochenta y cuatro ramas, si sabemos que cada rama tiene en promedio trescientos cuarenta y seis hojas es sencillo inferir que ese árbol tiene un total de hojas de noventa y ocho mil quinientos cuarenta y ocho”.
Al ver las habilidades numéricas del hombre que calculaba, el bagdadí le explico la gran cantidad de cosas que podría realizar y los cargos que podría ocupar al llegar a Bagdad, por lo que el hombre que calculaba se notó interesado y emprendieron el viaje en un solo camello.
Capitulo III
Rumbo a la ciudad de Bagdad, se encontraron con 3 hermanos, éstos estaban sosteniendo una acalorada disputa y tenían cerca un total de 35 camellos. Beremiz, preocupado por esta situación se aproximó y preguntó el motivo por dicha disputa. El problema era que el padre de estos 3 hombres había muerto y habían heredado de éste sus 35 camellos. Al hermano mayor le correspondía la mitad, al hijo del medio la tercera parte y al hijo menor la novena parte. Desafortunadamente, todas las divisiones no eran exactas y es por esto la razón de la pelea entre ellos.
Habilidosamente el hombre que calculaba, propuso una solución a este problema a lo que los hermanos accedieron. El hombre que calculaba agregó al animal de su amigo a los 35 camellos, al principio su amigo no le gustó la idea pero Beremiz lo convenció de que confiará en él y en la solución que estaba planteando, por lo que aprobó prestárselo y entonces Beremiz comenzó la partición de los camellos como herencia.
Ahora tenían 36 camellos, y volvieron a calcular. Al mayor inicialmente le tocaban 17 y algo más pero ahora le correspondían 18 no debía quejarse; al hermano del medio, al comienzo le tocaría 11 y algo y ahora recibiría 12 saliendo en ganancia y tampoco se quejaría; al hermano menor le tocaban 3 y algo y ahora con el cálculo de Beremiz le correspondían 4, así que tampoco se debía quejar. Ahora bien, al sumar 18+12+4 daba un total de 34, sobrando un camello que Beremiz decidió tomar ya que él había aportado la solución al problema de los hermanos y le devolvería el camello que le tomó prestado a su amigo bagdadí y así podrían continuar su viaje y cada uno en su camello propio.
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Respuesta:
Capítulo I
La novela inicia narrando a un viajero que regresa de un viaje por Samarra en un camello, cuando en su camino se encuentra con un hombre que está sentado sobre una piedra, en modo pensativo y descansando aparentemente de un fatigado viaje. El viajero al aproximarse al hombre, éste se levantó abruptamente y comenzó a gritar “un millón cuatrocientos veintitrés mil setecientos cuarenta y cinco” y así gritó en diversas oportunidades, así que el viajero le pregunta de manera curiosa que significaban todos los números.
El hombre que calculaba mostró empatía por la forma cautelosa en que el viajero lo abordó para preguntarle de dónde venían los números por lo que convino a contarle el origen de éstos pero antes decidió a contarle la historia completa de su vida.
Capitulo II
El hombre que calculaba, se presentó con el nombre de Beremiz Samir, era oriundo de Persia, cuando era niño se dedicaba al cuidado de ovejas, y para evitar que se le perdieran durante el paseo se dedicaba a contarlas varias veces durante el día. Se había vuelto tan habilidoso con los números que lograba contarlas todas a la primera vez sin ninguna equivocación, de manera que al darse cuenta de su habilidad se dedicó a contar abejas y hormigas.
Su jefe al enterarse de la gran habilidad numérica que tenía le propuso trabajo en su negocio contando dátiles, lo que le hizo generar más ganancias a su jefe, y por esto su jefe agradecido le dio 4 meses de vacaciones y se dirigía a Bagdad a visitar a su familia. Y mientras iba en el viaje, continua ejercitando su habilidad contando árboles. Haciendo gala de su habilidad matemática señalo con su dedo una higuera que estaba cerca y dijo que tiene “doscientos ochenta y cuatro ramas, si sabemos que cada rama tiene en promedio trescientos cuarenta y seis hojas es sencillo inferir que ese árbol tiene un total de hojas de noventa y ocho mil quinientos cuarenta y ocho”.
Al ver las habilidades numéricas del hombre que calculaba, el bagdadí le explico la gran cantidad de cosas que podría realizar y los cargos que podría ocupar al llegar a Bagdad, por lo que el hombre que calculaba se notó interesado y emprendieron el viaje en un solo camello.
Capitulo III
Rumbo a la ciudad de Bagdad, se encontraron con 3 hermanos, éstos estaban sosteniendo una acalorada disputa y tenían cerca un total de 35 camellos. Beremiz, preocupado por esta situación se aproximó y preguntó el motivo por dicha disputa. El problema era que el padre de estos 3 hombres había muerto y habían heredado de éste sus 35 camellos. Al hermano mayor le correspondía la mitad, al hijo del medio la tercera parte y al hijo menor la novena parte. Desafortunadamente, todas las divisiones no eran exactas y es por esto la razón de la pelea entre ellos.
Habilidosamente el hombre que calculaba, propuso una solución a este problema a lo que los hermanos accedieron. El hombre que calculaba agregó al animal de su amigo a los 35 camellos, al principio su amigo no le gustó la idea pero Beremiz lo convenció de que confiará en él y en la solución que estaba planteando, por lo que aprobó prestárselo y entonces Beremiz comenzó la partición de los camellos como herencia.
Ahora tenían 36 camellos, y volvieron a calcular. Al mayor inicialmente le tocaban 17 y algo más pero ahora le correspondían 18 no debía quejarse; al hermano del medio, al comienzo le tocaría 11 y algo y ahora recibiría 12 saliendo en ganancia y tampoco se quejaría; al hermano menor le tocaban 3 y algo y ahora con el cálculo de Beremiz le correspondían 4, así que tampoco se debía quejar. Ahora bien, al sumar 18+12+4 daba un total de 34, sobrando un camello que Beremiz decidió tomar ya que él había aportado la solución al problema de los hermanos y le devolvería el camello que le tomó prestado a su amigo bagdadí y así podrían continuar su viaje y cada uno en su camello propio.
calculista sin la menor equivocación.
Explicación:
espero y te ayude corona porfa