Señor cónsul- le dijo sin más preámbulo-, tengo poderosas presunciones para creer que nuestro hombre ha tomado pasaje a bordo del "Mongolia". -Bien, señor Fix- respondió el cónsul-, no sentiría ver el rostro de ese bribón. -Señor cónsul- respondió el agente-, si como debemos suponerlo es hombre entendido, vendrá.
Si el pasaporte es regular- respondió el cónsul- no tengo derecho a negarme a visarlo. -Sin embargo, señor cónsul, será necesario que yo detenga aquí a ese hombre hasta haber recibido de Londres un mandato de prisión. El cónsul no terminó su frase. En aquel momento llamaban a la puerta de su gabinete, y el ordenanza de la oficina introducía a dos extranjeros, uno de los cuales era precisamente el criado que había conversado con el agente de policía.
El primero sacó el pasaporte, rogando lacónicamente al cónsul que se sirviera visarlo.
Ya sabéis que la formalidad del visado no es necesaria, y que ya no exigimos la presentación del pasaporte. -Ya lo sé, señor -respondió Phileas Fogg-, pero deseo conste mi paso por Suez. Y el cónsul, después de haber firmado y fechado el pasaporte, lo selló. -Y bien -respondió el cónsul-, tiene trazas de un perfecto hombre de bien.
Hasta luego, señor cónsul. Dicho esto, el agente salió y se fue en busca de Picaporte. Entretanto, mister Fogg, después de salir de la casa consular, se había dirigido al muelle. ""Llegada a París, el jueves 3 de octubre a las siete y veinte de la mañana.
""Llegada por Monte Cenis a Turín, el viernes 4 de octubre a las seis y treinta y cinco minutos de la mañana. ""Llegada a Brindisi el sábado 5 de octubre a las cuatro de la tarde. ""Llegada a Suez, el miércoles 9 de octubre a las once de la mañana. Míster Fogg escribió estas fechas en un itinerario dispuesto por columnas, que indicaba, desde el 2 de octubre hasta el 21 de diciembre, el día de la semana, el del mes, las llegadas reglamentarias y las efectivas en cada punto principal, París, Brindisi, Suez, Bombay, Calcuta, Singapore, Hong Kong, Yokohama, San Francisco, Nueva York, Liverpool, Londres, y que permitía calcular el adelanto obtenido o el retraso experimentado en cada punto del trayecto.
Este método itinerario lo tenía de esta suerte en cuenta todo, y mister Fogg sabía siempre si adelantaba o atrasaba. Por consiguiente, inscribió también aquel día, miércoles 9 de octubre, su llegada a Suez, que cuadrando con la llegada reglamentaria no le daba ventaja ni desventaja
Respuesta:
yooo
Explicación:
Señor cónsul- le dijo sin más preámbulo-, tengo poderosas presunciones para creer que nuestro hombre ha tomado pasaje a bordo del "Mongolia". -Bien, señor Fix- respondió el cónsul-, no sentiría ver el rostro de ese bribón. -Señor cónsul- respondió el agente-, si como debemos suponerlo es hombre entendido, vendrá.
Si el pasaporte es regular- respondió el cónsul- no tengo derecho a negarme a visarlo. -Sin embargo, señor cónsul, será necesario que yo detenga aquí a ese hombre hasta haber recibido de Londres un mandato de prisión. El cónsul no terminó su frase. En aquel momento llamaban a la puerta de su gabinete, y el ordenanza de la oficina introducía a dos extranjeros, uno de los cuales era precisamente el criado que había conversado con el agente de policía.
El primero sacó el pasaporte, rogando lacónicamente al cónsul que se sirviera visarlo.
Ya sabéis que la formalidad del visado no es necesaria, y que ya no exigimos la presentación del pasaporte. -Ya lo sé, señor -respondió Phileas Fogg-, pero deseo conste mi paso por Suez. Y el cónsul, después de haber firmado y fechado el pasaporte, lo selló. -Y bien -respondió el cónsul-, tiene trazas de un perfecto hombre de bien.
Hasta luego, señor cónsul. Dicho esto, el agente salió y se fue en busca de Picaporte. Entretanto, mister Fogg, después de salir de la casa consular, se había dirigido al muelle. ""Llegada a París, el jueves 3 de octubre a las siete y veinte de la mañana.
""Llegada por Monte Cenis a Turín, el viernes 4 de octubre a las seis y treinta y cinco minutos de la mañana. ""Llegada a Brindisi el sábado 5 de octubre a las cuatro de la tarde. ""Llegada a Suez, el miércoles 9 de octubre a las once de la mañana. Míster Fogg escribió estas fechas en un itinerario dispuesto por columnas, que indicaba, desde el 2 de octubre hasta el 21 de diciembre, el día de la semana, el del mes, las llegadas reglamentarias y las efectivas en cada punto principal, París, Brindisi, Suez, Bombay, Calcuta, Singapore, Hong Kong, Yokohama, San Francisco, Nueva York, Liverpool, Londres, y que permitía calcular el adelanto obtenido o el retraso experimentado en cada punto del trayecto.
Este método itinerario lo tenía de esta suerte en cuenta todo, y mister Fogg sabía siempre si adelantaba o atrasaba. Por consiguiente, inscribió también aquel día, miércoles 9 de octubre, su llegada a Suez, que cuadrando con la llegada reglamentaria no le daba ventaja ni desventaja