Respuesta:La desigualdad y la discriminación son elementos que permean en gran medida los desafíos de la Agenda 2030 y el desarrollo social inclusivo. Por ello, los ejes y las líneas de acción acordadas en la Agenda Regional de Desarrollo Social Inclusivo (ARDSI), aprobada por los países miembros de la Conferencia Regional de Desarrollo Social en octubre de 2019, deben tener en consideración las diversas situaciones de exclusión que se viven en la región.
La inclusión social y laboral efectiva de todas las personas, reflejadas en su empoderamiento, participación, vida digna y bienestar progresivo, deben ser garantizados para la población en su totalidad, para ello es necesario que el quehacer político responda de manera oportuna a los grupos en situación de vulnerabilidad. Para ello, se debe adoptar el principio de la ARDSI que aboga por un enfoque de universalismo sensible a las diferencias, fortaleciendo las iniciativas para “que nadie se quede atrás”, tanto mediante la reducción de las brechas vigentes como a través de acciones afirmativas para superar las barreras de acceso con que se enfrentan las personas y grupos que experimentan algún tipo de desigualdad, discriminación y exclusión.
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Respuesta:La desigualdad y la discriminación son elementos que permean en gran medida los desafíos de la Agenda 2030 y el desarrollo social inclusivo. Por ello, los ejes y las líneas de acción acordadas en la Agenda Regional de Desarrollo Social Inclusivo (ARDSI), aprobada por los países miembros de la Conferencia Regional de Desarrollo Social en octubre de 2019, deben tener en consideración las diversas situaciones de exclusión que se viven en la región.
La inclusión social y laboral efectiva de todas las personas, reflejadas en su empoderamiento, participación, vida digna y bienestar progresivo, deben ser garantizados para la población en su totalidad, para ello es necesario que el quehacer político responda de manera oportuna a los grupos en situación de vulnerabilidad. Para ello, se debe adoptar el principio de la ARDSI que aboga por un enfoque de universalismo sensible a las diferencias, fortaleciendo las iniciativas para “que nadie se quede atrás”, tanto mediante la reducción de las brechas vigentes como a través de acciones afirmativas para superar las barreras de acceso con que se enfrentan las personas y grupos que experimentan algún tipo de desigualdad, discriminación y exclusión.