Responda: ¿En qué se diferencian las características de un virus de las células de un organismo, si ambos son materia viva? Exponga su argumento en no más de 200 palabras.
Estructura: Los virus tienen una composición algo más simple formada por una partícula de genoma de ARN o ADN encerrada en una cubierta de proteína. En cambio, las bacterias presentan una estructura interior algo más compleja con una pared celular donde se localizan el citoplasma, los ribosomas y el genoma bacteriano.
Reproducción: Es otra de las cuestiones que no comparten virus y bacterias. Las bacterias tienen la capacidad de crecer y reproducirse por sí mismas. Y de esas células resultantes pueden salir más divisiones. Los virus no tienen la capacidad de dividirse por sí mismo, se replican sin parar y atacan a otras células para transmitir su información genética. Hacen copias de sí mismo, pero en las células vivas de su huésped, al cual infectan y enferman.
Resistencia: Presentes en casi todos los hábitats del planeta, las bacterias cuentan con mecanismos que las vuelven muy resistentes. Por este motivo, a diferencia de los virus, son capaces de sobrevivir a temperaturas extremas y durante largos periodos de tiempo fuera de otros organismos. También aumenta su capacidad de supervivencia el hecho de que puedan obtener alimento de muchas fuentes diferentes, tanto orgánicas como inorgánicas.
En el caso de los virus, en general, pueden sobrevivir durante horas e incluso días, sobre todo en superficies duras de acero inoxidable o plásticas, pero con el tiempo se vuelve menos infeccioso porque, sin poder replicarse, el virus se descompone con el tiempo.
Tratamiento: Es la mayor diferencia entre los virus y las bacterias. Los antibióticos no son eficaces contra los virus –no los mata- y además pueden suponer un riesgo grave para el paciente, ya que aparecen resistencias bacterianas. En tanto, para atacar a determinados virus se han desarrollado medicamentos antivirales.
Si el origen de la enfermedad es bacteriano y se dispone de un antibiótico adecuado, el tratamiento es relativamente asequible y completando el esquema de tratamiento, se suele volver a un estado normal en pocos días o semanas. Si el origen de la enfermedad es viral, la situación se puede llegar a complicar –dependiendo del virus- porque no se dispone de un arsenal antiviral al mismo nivel, ni en cantidad ni en efectividad. En muchas ocasiones, el sistema inmunitario es el único aliado.
La palabra “virus” procede del término en latín uirus, que significa humor, veneno, mal olor o infección. Un virus es un agente infeccioso que siempre necesita un huésped, a menudo una célula, cuyo metabolismo utiliza para replicarse. A diferencia de la bacteria, el virus no puede evolucionar de manera autónoma y necesita un hábitat para reproducirse. Por ello, se considera que un virus es un parásito.
El virus está formado por una estructura llamada “cápside” que rodea el genoma y alberga una pequeña porción de material genético (ADN). Todos los organismos vivos pueden ser víctimas de un virus: humanos, animales y plantas. Actualmente se sabe que los virus también están en los océanos y que sirven para luchar contra el cambio climático.
La diferencia principal entre células eucariotas y procariotas es que las células eucariotas tienen un núcleo . El núcleo es donde las células almacenan su ADN , que es su material genético. ... Las células procariotas no tienen un núcleo. En cambio, su ADN flota al interior de la célula.
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Estructura: Los virus tienen una composición algo más simple formada por una partícula de genoma de ARN o ADN encerrada en una cubierta de proteína. En cambio, las bacterias presentan una estructura interior algo más compleja con una pared celular donde se localizan el citoplasma, los ribosomas y el genoma bacteriano.
Reproducción: Es otra de las cuestiones que no comparten virus y bacterias. Las bacterias tienen la capacidad de crecer y reproducirse por sí mismas. Y de esas células resultantes pueden salir más divisiones. Los virus no tienen la capacidad de dividirse por sí mismo, se replican sin parar y atacan a otras células para transmitir su información genética. Hacen copias de sí mismo, pero en las células vivas de su huésped, al cual infectan y enferman.
Resistencia: Presentes en casi todos los hábitats del planeta, las bacterias cuentan con mecanismos que las vuelven muy resistentes. Por este motivo, a diferencia de los virus, son capaces de sobrevivir a temperaturas extremas y durante largos periodos de tiempo fuera de otros organismos. También aumenta su capacidad de supervivencia el hecho de que puedan obtener alimento de muchas fuentes diferentes, tanto orgánicas como inorgánicas.
En el caso de los virus, en general, pueden sobrevivir durante horas e incluso días, sobre todo en superficies duras de acero inoxidable o plásticas, pero con el tiempo se vuelve menos infeccioso porque, sin poder replicarse, el virus se descompone con el tiempo.
Tratamiento: Es la mayor diferencia entre los virus y las bacterias. Los antibióticos no son eficaces contra los virus –no los mata- y además pueden suponer un riesgo grave para el paciente, ya que aparecen resistencias bacterianas. En tanto, para atacar a determinados virus se han desarrollado medicamentos antivirales.
Si el origen de la enfermedad es bacteriano y se dispone de un antibiótico adecuado, el tratamiento es relativamente asequible y completando el esquema de tratamiento, se suele volver a un estado normal en pocos días o semanas. Si el origen de la enfermedad es viral, la situación se puede llegar a complicar –dependiendo del virus- porque no se dispone de un arsenal antiviral al mismo nivel, ni en cantidad ni en efectividad. En muchas ocasiones, el sistema inmunitario es el único aliado.
La palabra “virus” procede del término en latín uirus, que significa humor, veneno, mal olor o infección. Un virus es un agente infeccioso que siempre necesita un huésped, a menudo una célula, cuyo metabolismo utiliza para replicarse. A diferencia de la bacteria, el virus no puede evolucionar de manera autónoma y necesita un hábitat para reproducirse. Por ello, se considera que un virus es un parásito.
El virus está formado por una estructura llamada “cápside” que rodea el genoma y alberga una pequeña porción de material genético (ADN). Todos los organismos vivos pueden ser víctimas de un virus: humanos, animales y plantas. Actualmente se sabe que los virus también están en los océanos y que sirven para luchar contra el cambio climático.
La diferencia principal entre células eucariotas y procariotas es que las células eucariotas tienen un núcleo . El núcleo es donde las células almacenan su ADN , que es su material genético. ... Las células procariotas no tienen un núcleo. En cambio, su ADN flota al interior de la célula.