El sistema es omnipresente. Está donde tú estés. Tú eres parte del sistema. El sistema eres tú. Tú representas el orden de la civilización. El sistema es la herencia colectiva del pasado.
Mandamiento 2. El sistema es justo.
El sistema es justo, ordenado y necesario para el devenir colectivo. Es solidario para con los débiles e inmisericorde con los perdedores y codiciosos que han arriesgado por encima de sus posibilidades. Son perdedores porque dependen de la caridad del sistema. El sistema es la coherencia política, económica y social.
Mandamiento 3. Los emprendedores son los “salvos” del sistema.
Aquellos que crean riqueza y generan puestos de trabajo son los hacedores del mismo. La sociedad y el sistema los reconoce y promociona. La admiración social es la prueba del éxito.
Mandamiento 4. Los guardianes del sistema.
Las leyes escritas, y las no escritas, sirven para mantener la coherencia social y las “reglas de juego” de una sociedad volcada al triunfo. El Estado, y los demás Estados, son los leones guardianes del sistema. No hay hombre que pueda enfrentarse a ellos,
Mandamiento 5. La riqueza y su tipología. El reconocimiento social.
. No es el único medio, dado que el altruismo, el conocimiento científico y la creación cultural, la heredada posición social, el deporte, el buen gobierno o la gestión empresarial son otras “riquezas” que el sistema necesita para automantenerse en equilibrio.
Mandamiento 6. La economía y la competencia como mejora contínua.
El sistema se caracteriza por la vigilancia de la economía para garantizar la justa lucha por la constante superación personal: la autoevolución cultural y el enriquecimiento material. La competencia entre Estados, empresas e individuos es la garantía de progreso y mejora continua.
tiene un dueño, un gestor, un protector o un responsable.
Mandamiento 7. El papel del ciudadano y la ambición.
Un hombre exitoso es el que consigue acaparar o crear más riqueza en una vida, o atraer el interés social con logros honorables. Un ciudadano coherente con el sistema es aquel que consume, y/o trabaja (crea o asiste a otros). No hay límite a la riqueza y por tanto, no hay límite al consumo.
Mandamiento 8. Los límites del sistema. El respeto a las leyes.
Cualquier forma de consumo, acaparamiento de riqueza, o creación de la misma contraria a las leyes es un delito y “debe apartarse socialmente” al emprendedor o consumidor que lo haga.
Mandamiento 9. La duda, la concienciación colectiva y la democracia.
No dudarás y respetarás al sistema y a los guardianes del sistema . Esta falta de respesto no es consecuente con el bien social que conlleva su existencia. La duda, aunque amparada en la libertad de expresión, tiene sus límites cuando se hace plural y promueve la acción.
Mandamiento 10. El ciclo biológico y el de creación de riqueza.
El ciclo biológico del ser humano y el ciclo de sus necesidades, así como la creación/consumo de riqueza de la unidad productiva (ciudadano/a) están perfectamente ensamblados.
El mayor aliado del sistema es el trabajador/a que debe llevar adelante a su progenie. Él y/o ella se adaptarán a las necesidades del sistema y a sus ciclos económicos trabajando sin cesar, pagando
sus impuestos y sacrificando su libertad y sus deseos personales por mayores garantías de viabilidad para su progenie. Él/ella es el ahorrador tenaz, el consumidor necesario, el votante fiel, el trabajador resignado, el “pensionista” de su vejez.
Mandamiento 1. Sin el sistema no hay “sistema”.
El sistema es omnipresente. Está donde tú estés. Tú eres parte del sistema. El sistema eres tú. Tú representas el orden de la civilización. El sistema es la herencia colectiva del pasado.
Mandamiento 2. El sistema es justo.
El sistema es justo, ordenado y necesario para el devenir colectivo. Es solidario para con los débiles e inmisericorde con los perdedores y codiciosos que han arriesgado por encima de sus posibilidades. Son perdedores porque dependen de la caridad del sistema. El sistema es la coherencia política, económica y social.
Mandamiento 3. Los emprendedores son los “salvos” del sistema.
Aquellos que crean riqueza y generan puestos de trabajo son los hacedores del mismo. La sociedad y el sistema los reconoce y promociona. La admiración social es la prueba del éxito.
Mandamiento 4. Los guardianes del sistema.
Las leyes escritas, y las no escritas, sirven para mantener la coherencia social y las “reglas de juego” de una sociedad volcada al triunfo. El Estado, y los demás Estados, son los leones guardianes del sistema. No hay hombre que pueda enfrentarse a ellos,
Mandamiento 5. La riqueza y su tipología. El reconocimiento social.
. No es el único medio, dado que el altruismo, el conocimiento científico y la creación cultural, la heredada posición social, el deporte, el buen gobierno o la gestión empresarial son otras “riquezas” que el sistema necesita para automantenerse en equilibrio.
Mandamiento 6. La economía y la competencia como mejora contínua.
El sistema se caracteriza por la vigilancia de la economía para garantizar la justa lucha por la constante superación personal: la autoevolución cultural y el enriquecimiento material. La competencia entre Estados, empresas e individuos es la garantía de progreso y mejora continua.
tiene un dueño, un gestor, un protector o un responsable.
Mandamiento 7. El papel del ciudadano y la ambición.
Un hombre exitoso es el que consigue acaparar o crear más riqueza en una vida, o atraer el interés social con logros honorables. Un ciudadano coherente con el sistema es aquel que consume, y/o trabaja (crea o asiste a otros). No hay límite a la riqueza y por tanto, no hay límite al consumo.
Mandamiento 8. Los límites del sistema. El respeto a las leyes.
Cualquier forma de consumo, acaparamiento de riqueza, o creación de la misma contraria a las leyes es un delito y “debe apartarse socialmente” al emprendedor o consumidor que lo haga.
Mandamiento 9. La duda, la concienciación colectiva y la democracia.
No dudarás y respetarás al sistema y a los guardianes del sistema . Esta falta de respesto no es consecuente con el bien social que conlleva su existencia. La duda, aunque amparada en la libertad de expresión, tiene sus límites cuando se hace plural y promueve la acción.
Mandamiento 10. El ciclo biológico y el de creación de riqueza.
El ciclo biológico del ser humano y el ciclo de sus necesidades, así como la creación/consumo de riqueza de la unidad productiva (ciudadano/a) están perfectamente ensamblados.
El mayor aliado del sistema es el trabajador/a que debe llevar adelante a su progenie. Él y/o ella se adaptarán a las necesidades del sistema y a sus ciclos económicos trabajando sin cesar, pagando
sus impuestos y sacrificando su libertad y sus deseos personales por mayores garantías de viabilidad para su progenie. Él/ella es el ahorrador tenaz, el consumidor necesario, el votante fiel, el trabajador resignado, el “pensionista” de su vejez.