Respuesta:
POBLACION URBANA (1) Y RURAL,
PERIODO 1940-1993
El fenómeno de la explosión demográfica en el Perú ocurrió entre
1960-1965. Los datos censales de 1940 y 1961 muestran que en dicho
período la población peruana crecía a una tasa anual media de 1.9%, y
a mediados de la década de los 60 se elevó a casi 3.0%. Esta áltima
tasa fue la mayor alcanzada en el crecimiento de la población
nacional. Posteriormente dicha tasa tuvo un comportamiento descen-
dente. Así, durante el período 1985-1990 la tasa de crecimiento anual
cayó a 2.0%.
El rápido crecimiento de la población estuvo acompañado por un
proceso de incipiente modernización, lento de industrialización y
expansivo en el comercio interno; lo cual ayuda a explicar las
modificaciones en la distribución geográfica de la población. Así, el
área rural, sustentada en las actividades tradicionales (agricultura,
ganadería, silvicultura y artesanía, entre otros), han perdido impor-
tancia relativa dentro de la población total. En cambio, las áreas
urbanas, donde se asientan las actividades industriales y comerciales,
crecieron aceleradamente.
Las tasas confirman las diferencias del crecimiento de la
población por áreas geográficas. Así, mientras la población total
creció a un ritmo promedio anual de 2.9% en el período 1961-1972, la
población urbana lo hizo a 5.0% y la rural a sólo 0.5% anual. El
áltimo período intercensal, 1981-1993, se caracterizó por una disminu-
ción en la velocidad de crecimiento de la población nacional. En el
año 1990, la población nacional se distribuyó en 68.7% urbano y en
31.3% rural.
La disminución del ritmo de crecimiento de la población nacional
se explica principalmente por el descenso de la fecundidad, el cual ha
sido más intenso en el área urbana. Por su parte, el leve aumento y
baja tasa de crecimiento de la población rural se debería al efecto
combinado, por un lado, de una leve declinación de la mortalidad y de
la intensidad de la corriente migratoria rural-urbana y, por otro
lado, a la fecundidad que permanece todavía en un nivel elevado.
En términos absolutos la población total del país, entre 1970 y
1990, aumentó en 8 millones 377 mil, de los cuales 7 millones 155 mil
correspondieron al área urbana y solo 1 millón 222 mil al área rural.
En términos relativos, el 85.4% del incremento de la población del
país se concentró en el área urbana y el 14.6% en el área rural. En
dicho período, la población urbana pasó de 58.1% en 1970 a 68.7% en
1990. El censo de 1972 reveló que hacia ese año el área rural había ya
cedido su primacía al área urbana, en la cual ya residía casi el 60%
de la población nacional. Gráfico 2.2.
La distribución espacial de la población nacional por áreas, está
determinada por las profundas desigualdades ecológicas y socio-
económicas. El mayor desarrollo urbano obedece a la misma lógica de
modernización de los países en general y es corroborado por diferentes
indicadores demográficos. Así, la esperanza de vida al nacer en el
área urbana fue casi 10 años mayor que en el área rural, en el
quinquenio 1985-1990; cuyas tasas fueron de 68.3 y 58.5 años, respec-
tivamente. El acelerado proceso de urbanización, introdujo cambios en
la estructura económica y social del país, al modificar la oferta de
trabajo por ramas de actividad, al atraer a los campesinos hacia las
actividades comerciales y de servicios, al inducir el crecimiento
desmesurado del sector informal de la economía y acentuar la agobiante
concentración demográfica en Lima Metropolitana. En general, tales
cambios han propiciado una mayor demanda y generado déficit de
atención de los servicios básicos y sociales.
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Respuesta:
POBLACION URBANA (1) Y RURAL,
PERIODO 1940-1993
El fenómeno de la explosión demográfica en el Perú ocurrió entre
1960-1965. Los datos censales de 1940 y 1961 muestran que en dicho
período la población peruana crecía a una tasa anual media de 1.9%, y
a mediados de la década de los 60 se elevó a casi 3.0%. Esta áltima
tasa fue la mayor alcanzada en el crecimiento de la población
nacional. Posteriormente dicha tasa tuvo un comportamiento descen-
dente. Así, durante el período 1985-1990 la tasa de crecimiento anual
cayó a 2.0%.
El rápido crecimiento de la población estuvo acompañado por un
proceso de incipiente modernización, lento de industrialización y
expansivo en el comercio interno; lo cual ayuda a explicar las
modificaciones en la distribución geográfica de la población. Así, el
área rural, sustentada en las actividades tradicionales (agricultura,
ganadería, silvicultura y artesanía, entre otros), han perdido impor-
tancia relativa dentro de la población total. En cambio, las áreas
urbanas, donde se asientan las actividades industriales y comerciales,
crecieron aceleradamente.
Las tasas confirman las diferencias del crecimiento de la
población por áreas geográficas. Así, mientras la población total
creció a un ritmo promedio anual de 2.9% en el período 1961-1972, la
población urbana lo hizo a 5.0% y la rural a sólo 0.5% anual. El
áltimo período intercensal, 1981-1993, se caracterizó por una disminu-
ción en la velocidad de crecimiento de la población nacional. En el
año 1990, la población nacional se distribuyó en 68.7% urbano y en
31.3% rural.
La disminución del ritmo de crecimiento de la población nacional
se explica principalmente por el descenso de la fecundidad, el cual ha
sido más intenso en el área urbana. Por su parte, el leve aumento y
baja tasa de crecimiento de la población rural se debería al efecto
combinado, por un lado, de una leve declinación de la mortalidad y de
la intensidad de la corriente migratoria rural-urbana y, por otro
lado, a la fecundidad que permanece todavía en un nivel elevado.
En términos absolutos la población total del país, entre 1970 y
1990, aumentó en 8 millones 377 mil, de los cuales 7 millones 155 mil
correspondieron al área urbana y solo 1 millón 222 mil al área rural.
En términos relativos, el 85.4% del incremento de la población del
país se concentró en el área urbana y el 14.6% en el área rural. En
dicho período, la población urbana pasó de 58.1% en 1970 a 68.7% en
1990. El censo de 1972 reveló que hacia ese año el área rural había ya
cedido su primacía al área urbana, en la cual ya residía casi el 60%
de la población nacional. Gráfico 2.2.
La distribución espacial de la población nacional por áreas, está
determinada por las profundas desigualdades ecológicas y socio-
económicas. El mayor desarrollo urbano obedece a la misma lógica de
modernización de los países en general y es corroborado por diferentes
indicadores demográficos. Así, la esperanza de vida al nacer en el
área urbana fue casi 10 años mayor que en el área rural, en el
quinquenio 1985-1990; cuyas tasas fueron de 68.3 y 58.5 años, respec-
tivamente. El acelerado proceso de urbanización, introdujo cambios en
la estructura económica y social del país, al modificar la oferta de
trabajo por ramas de actividad, al atraer a los campesinos hacia las
actividades comerciales y de servicios, al inducir el crecimiento
desmesurado del sector informal de la economía y acentuar la agobiante
concentración demográfica en Lima Metropolitana. En general, tales
cambios han propiciado una mayor demanda y generado déficit de
atención de los servicios básicos y sociales.