Los obispos mexicanos tomaron la decisión de suspender los cultos en los templos y autorizaron que los cultos pudieran realizarse en casas particulares Creyentes se levantaran en armas como protesta en contra del gobierno.
El gobierno persiguió a los cristeros y consideró ilegales los actos de culto realizados fuera de los templos encarcelando y fusilando a los transgresores.üLos obispos llegaron a un arreglo con el gobierno en el sentido de reanudar los cultos, calmar a los insurrectos y a cambio el gobierno dejaría de inmiscuirse en los asuntos internos de la Iglesia a la que no se le reconocía de todas formas personalidad jurídica alguna y tampoco se permitió (al menos oficialmente) la existencia de escuelas confesionales.La guerra cristera trajo como consecuencia la muerte de más personas que durante la Revolución Mexicana y una profunda división entre la población.
Los obispos mexicanos tomaron la decisión de suspender los cultos en los templos y autorizaron que los cultos pudieran realizarse en casas particulares Creyentes se levantaran en armas como protesta en contra del gobierno.
El gobierno persiguió a los cristeros y consideró ilegales los actos de culto realizados fuera de los templos encarcelando y fusilando a los transgresores. ü Los obispos llegaron a un arreglo con el gobierno en el sentido de reanudar los cultos, calmar a los insurrectos y a cambio el gobierno dejaría de inmiscuirse en los asuntos internos de la Iglesia a la que no se le reconocía de todas formas personalidad jurídica alguna y tampoco se permitió (al menos oficialmente) la existencia de escuelas confesionales. La guerra cristera trajo como consecuencia la muerte de más personas que durante la Revolución Mexicana y una profunda división entre la población.