Al día siguiente, el narrador se acerca al lugar donde dejó al principito. Este está conversando con alguien a quien el narrador no alcanza a identificar. Hablan de encontrarse más tarde y del lugar preciso en el se dará el encuentro. Ya a una distancia desde la cual alcanza a ver la escena, el narrador ve a una serpiente venenosa amarilla a los pies del chico. Intenta desenfundar su revólver, pero la serpiente desaparece. Se apura para preguntarle al chico si se encuentra bien; está pálido y, cuando lo toma en sus brazos, siente acelerado el latir de su corazón.
En ese momento, el principito le dice que se alegra de que haya podido reparar el avión, lo que sorprende al narrador porque todavía no se lo ha contado. El principito le explica que él también va a volver a casa esa noche, pero que está lejos y el camino es difícil. El narrador sostiene al chico en sus brazos y se entristece porque ya no va a poder escuchar su risa. El chico explica que hace un año que está en la Tierra y que debe volver. Le dice que cuando mire las estrellas no va a saber cuál de ellas es la del principito, y por eso todas lo van a alegrar. Además, decide darle un regalo: cada vez que el narrador mire hacia las estrellas y se imagine la risa de su amigo, será como si todas las estrellas estuvieran riendo a la vez.
De pronto, el principito se torna más serio y le pide a su amigo que no vaya a verlo esa noche porque parecerá que está sufriendo y que va a morir; además, la serpiente podría morderlo también a él. Pero el narrador insiste con que no lo dejará solo. Así, a pesar de las advertencias, el narrador sigue al principito y lo toma de la mano. El chico se apena por lo duro que será para el piloto verlo tras la mordedura de la serpiente, porque parecerá que está muriendo pero, en realidad, su cuerpo es solo una corteza y no se lo puede llevar consigo de vuelta al planeta.
El principito trata de consolar a su amigo diciendo que así como el piloto tendrá cinco millones de estrellas riendo, él, desde su planeta, tendrá cinco millones de pozos con roldanas oxidadas que le darán de beber. A causa del miedo, el principito toma asiento y empieza a hablar con nostalgia de su flor. Duda por un momento y luego se levanta y da un paso. Un relámpago amarillo rodea su tobillo y, tras un instante inmóvil, cae al piso suavemente.
nrp2006nrp
pues que el confiar en algo desconocido no es cauteloso ya que eso podría provocar que nos arrepintamos más tarde por ello e mejor tardar más y pensar que actuar y precipitarnos.
Verified answer
Respuesta:
En qué grado vas o cuál es la pag del libro par saber y buscar :3
Respuesta:
Al día siguiente, el narrador se acerca al lugar donde dejó al principito. Este está conversando con alguien a quien el narrador no alcanza a identificar. Hablan de encontrarse más tarde y del lugar preciso en el se dará el encuentro. Ya a una distancia desde la cual alcanza a ver la escena, el narrador ve a una serpiente venenosa amarilla a los pies del chico. Intenta desenfundar su revólver, pero la serpiente desaparece. Se apura para preguntarle al chico si se encuentra bien; está pálido y, cuando lo toma en sus brazos, siente acelerado el latir de su corazón.
En ese momento, el principito le dice que se alegra de que haya podido reparar el avión, lo que sorprende al narrador porque todavía no se lo ha contado. El principito le explica que él también va a volver a casa esa noche, pero que está lejos y el camino es difícil. El narrador sostiene al chico en sus brazos y se entristece porque ya no va a poder escuchar su risa. El chico explica que hace un año que está en la Tierra y que debe volver. Le dice que cuando mire las estrellas no va a saber cuál de ellas es la del principito, y por eso todas lo van a alegrar. Además, decide darle un regalo: cada vez que el narrador mire hacia las estrellas y se imagine la risa de su amigo, será como si todas las estrellas estuvieran riendo a la vez.
De pronto, el principito se torna más serio y le pide a su amigo que no vaya a verlo esa noche porque parecerá que está sufriendo y que va a morir; además, la serpiente podría morderlo también a él. Pero el narrador insiste con que no lo dejará solo. Así, a pesar de las advertencias, el narrador sigue al principito y lo toma de la mano. El chico se apena por lo duro que será para el piloto verlo tras la mordedura de la serpiente, porque parecerá que está muriendo pero, en realidad, su cuerpo es solo una corteza y no se lo puede llevar consigo de vuelta al planeta.
El principito trata de consolar a su amigo diciendo que así como el piloto tendrá cinco millones de estrellas riendo, él, desde su planeta, tendrá cinco millones de pozos con roldanas oxidadas que le darán de beber. A causa del miedo, el principito toma asiento y empieza a hablar con nostalgia de su flor. Duda por un momento y luego se levanta y da un paso. Un relámpago amarillo rodea su tobillo y, tras un instante inmóvil, cae al piso suavemente.
Explicación:
no podía hacerlo más corto sorry