Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.”
La cita con la que abro esta semana es del lingüista Noam Chomsky, tomada de sus “10 estrategias de manipulación” a través de los medios. Sin embargo, esta estrategia podría complementarse con algunos de los principios diseñados por Paul Joseph Goebbels (1897-1945), ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi:
Principio de la exageración y desfiguración
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Principio de la vulgarización
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.”
Principio de orquestación
“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.”
A través de este tipo de estrategias, hay medios, especialmente televisivos, que emplean la información para manipular e influir en las decisiones de sus audiencias o presionar a autoridades para cambiar disposiciones públicas, actuando en favor de determinados intereses económicos o políticos. Son medios que, de acuerdo con las circunstancias, transforman la información en manipulación.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.”
La cita con la que abro esta semana es del lingüista Noam Chomsky, tomada de sus “10 estrategias de manipulación” a través de los medios. Sin embargo, esta estrategia podría complementarse con algunos de los principios diseñados por Paul Joseph Goebbels (1897-1945), ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi:
Principio de la exageración y desfiguración
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Principio de la vulgarización
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.”
Principio de orquestación
“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.”
A través de este tipo de estrategias, hay medios, especialmente televisivos, que emplean la información para manipular e influir en las decisiones de sus audiencias o presionar a autoridades para cambiar disposiciones públicas, actuando en favor de determinados intereses económicos o políticos. Son medios que, de acuerdo con las circunstancias, transforman la información en manipulación.