Explicación:
Todos los colombianos tenemos una relación con la guerra en Colombia. Para quienes la
vivieron, y la viven en el presente, es el cataclismo que ha marcado trágicamente su
existencia y la de su familia. Para otros es el escenario del pasado que sus padres o
abuelos vivieron y sufrieron y cuyas consecuencias se pueden leer hoy en las historias
familiares. Una guerra, cuya duración formal llega a más de los cincuenta años, deja
heridas tan profundas que se encuentran en prácticamente todos los planos de la vida de
los colombianos. En el momento que se escriben estas líneas el Estado ha llegado a unos
acuerdos de paz con el principal movimiento guerrillero del país, las FARC. Aún queda por
ver en qué terminaran las conversaciones de paz con el ELN, el segundo grupo insurgente
más grande del país. Es un momento de optimismo para muchos, pero el lastre de tantas
décadas de guerra parece que pesa demasiado en una parte de la ciudadanía que aún no
puede imaginarse un país sin conflicto armado.
La persistencia del conflicto y el enraizamiento de sus causas y consecuencias en la
sociedad colombiana han hecho que este tema haya estado en la primera línea de la
opinión pública y las decisiones políticas en la historia reciente colombiana. No obstante,
en la Escuela el tratamiento a la guerra en Colombia ha sido bastante escaso. Es una
paradoja: una Escuela rodeada por la guerra, la cual se resiste a analizarla, estudiarla y
enseñarla a través de estrategias pertinentes a su carácter volátil y polémico.
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Explicación:
Todos los colombianos tenemos una relación con la guerra en Colombia. Para quienes la
vivieron, y la viven en el presente, es el cataclismo que ha marcado trágicamente su
existencia y la de su familia. Para otros es el escenario del pasado que sus padres o
abuelos vivieron y sufrieron y cuyas consecuencias se pueden leer hoy en las historias
familiares. Una guerra, cuya duración formal llega a más de los cincuenta años, deja
heridas tan profundas que se encuentran en prácticamente todos los planos de la vida de
los colombianos. En el momento que se escriben estas líneas el Estado ha llegado a unos
acuerdos de paz con el principal movimiento guerrillero del país, las FARC. Aún queda por
ver en qué terminaran las conversaciones de paz con el ELN, el segundo grupo insurgente
más grande del país. Es un momento de optimismo para muchos, pero el lastre de tantas
décadas de guerra parece que pesa demasiado en una parte de la ciudadanía que aún no
puede imaginarse un país sin conflicto armado.
La persistencia del conflicto y el enraizamiento de sus causas y consecuencias en la
sociedad colombiana han hecho que este tema haya estado en la primera línea de la
opinión pública y las decisiones políticas en la historia reciente colombiana. No obstante,
en la Escuela el tratamiento a la guerra en Colombia ha sido bastante escaso. Es una
paradoja: una Escuela rodeada por la guerra, la cual se resiste a analizarla, estudiarla y
enseñarla a través de estrategias pertinentes a su carácter volátil y polémico.