Las historias que cautivaron la mirada de la gente de 1895 han evolucionado en técnica y contenido. Con el apoyo de la música, cineastas y espectadores descubrieron todos los sentimientos que el cine puede transmitir. Desde un ámbito pequeño y en crecimiento, la producción ecuatoriana se nutre de las composiciones musicales para la creación de sus películas.
En Ecuador, la industria del cine ha crecido de tal manera que la producción de películas y documentales se ha aumentado anualmente, ahora cuentan con mayor presencia en festivales nacionales e internacionales. Juan José Luzuriaga, sonidista ecuatoriano que ha participado en la realización de películas como En el nombre de la hija, Qué tan lejos, Criaturas Abandonadas, Vengo Volviendo, entre otras, comenta que, a pesar de las falencias en actuación, guión y dirección, la producción nacional demuestra mucho talento y esfuerzo en lo que a luz, sonido, imagen y música se refiere.
El cine de autor al que Ecuador está acostumbrado, no suele utilizar música; más bien existe una tendencia a disminuir este recurso. Sin embargo, señala Luzuriaga, varias producciones tienen composiciones y música prescrita que se adaptan adecuadamente en la narración y que, además, están muy bien producidas.
La industria en el país ha tenido que competir con el cine comercial y enfrentarse a bajos presupuestos. Esto, comenta Frantz Jaramillo, director del documental Horas Extra, ha hecho que quienes se dedican al cine tengan que producir con pocas alternativas y sin recibir ganancias, es decir, gastando más de lo que se tiene. En cuanto al sonido y música, agregó que siempre hay trabas, en especial cuando se trata de abaratar costos, pero que se ha hecho un buen trabajo tanto en las bandas sonoras originales como con la música prescrita.
Respuesta:
Historias contadas desde la música
Las historias que cautivaron la mirada de la gente de 1895 han evolucionado en técnica y contenido. Con el apoyo de la música, cineastas y espectadores descubrieron todos los sentimientos que el cine puede transmitir. Desde un ámbito pequeño y en crecimiento, la producción ecuatoriana se nutre de las composiciones musicales para la creación de sus películas.
En Ecuador, la industria del cine ha crecido de tal manera que la producción de películas y documentales se ha aumentado anualmente, ahora cuentan con mayor presencia en festivales nacionales e internacionales. Juan José Luzuriaga, sonidista ecuatoriano que ha participado en la realización de películas como En el nombre de la hija, Qué tan lejos, Criaturas Abandonadas, Vengo Volviendo, entre otras, comenta que, a pesar de las falencias en actuación, guión y dirección, la producción nacional demuestra mucho talento y esfuerzo en lo que a luz, sonido, imagen y música se refiere.
El cine de autor al que Ecuador está acostumbrado, no suele utilizar música; más bien existe una tendencia a disminuir este recurso. Sin embargo, señala Luzuriaga, varias producciones tienen composiciones y música prescrita que se adaptan adecuadamente en la narración y que, además, están muy bien producidas.
La industria en el país ha tenido que competir con el cine comercial y enfrentarse a bajos presupuestos. Esto, comenta Frantz Jaramillo, director del documental Horas Extra, ha hecho que quienes se dedican al cine tengan que producir con pocas alternativas y sin recibir ganancias, es decir, gastando más de lo que se tiene. En cuanto al sonido y música, agregó que siempre hay trabas, en especial cuando se trata de abaratar costos, pero que se ha hecho un buen trabajo tanto en las bandas sonoras originales como con la música prescrita.
Películas Ecuatorianas
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