La litosfera o litósfera1 (del griego λίθος, litos, ‘piedra’ y σφαίρα, sphaíra, ‘esfera’) es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez.2 Está formada por la corteza y la zona más externa del manto, y «flota» sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma parte del manto superior.3 La litosfera suele tener un espesor aproximado de 50 a 300 km,2 siendo su límite externo la superficie terrestre.4 El límite inferior varía dependiendo de la definición de litósfera que se ocupe.4
La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.
La litosfera o litósfera1 (del griego λίθος, litos, ‘piedra’ y σφαίρα, sphaíra, ‘esfera’) es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez.2 Está formada por la corteza y la zona más externa del manto, y «flota» sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma parte del manto superior.3 La litosfera suele tener un espesor aproximado de 50 a 300 km,2 siendo su límite externo la superficie terrestre.4 El límite inferior varía dependiendo de la definición de litósfera que se ocupe.4
La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.