No puedo ser humano y permanecer neutral frente a un mundo en el que tantos humanos son rechazados, oprimidos, marginados o ignorados. Tengo que elegir mi partido.
Mi partido es el de los postergados, en contra de todos aquellos que abusan de ellos.
Estoy del lado de la grandeza y de la dignidad de cada ser humano y en contra de la injusticia de cualquier signo, sea de derecha o de izquierda, que crea la pobreza, la acrecienta, la multiplica.
Mi patria es la justicia, en solidaridad con las mujeres y los hombres enamorados de ella hasta no sacrificar jamás una sola pizca de la misma a ningún partido, a ninguna ideología, a ninguna religión o no religión.
No estoy con la justicia oficial de una democracia coja que está trapicheada cada día por aquellos que tienen la manija, sino con la justicia que otorga a los que no tienen nada los mismos derechos y el mismo poder que a los que lo tienen todo.
Estoy con esta justicia que reconoce que la Tierra también tiene sus derechos que son solemnes y sagrados, y que urgir a respetarlos de verdad es una cuestión de vida o muerte para toda la humanidad.
Fuera de la justicia, de una justicia humana, con alma amplia y flexible, compasiva y holística, no tengo ni bandera, ni partido, ni iglesia ni patria.
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natabril2005
gracias solo que yo me referia a la patria de ser mexicano
No puedo ser humano y permanecer neutral frente a un mundo en el que tantos humanos son rechazados, oprimidos, marginados o ignorados. Tengo que elegir mi partido.
Mi partido es el de los postergados, en contra de todos aquellos que abusan de ellos.
Estoy del lado de la grandeza y de la dignidad de cada ser humano y en contra de la injusticia de cualquier signo, sea de derecha o de izquierda, que crea la pobreza, la acrecienta, la multiplica.
Mi patria es la justicia, en solidaridad con las mujeres y los hombres enamorados de ella hasta no sacrificar jamás una sola pizca de la misma a ningún partido, a ninguna ideología, a ninguna religión o no religión.
No estoy con la justicia oficial de una democracia coja que está trapicheada cada día por aquellos que tienen la manija, sino con la justicia que otorga a los que no tienen nada los mismos derechos y el mismo poder que a los que lo tienen todo.
Estoy con esta justicia que reconoce que la Tierra también tiene sus derechos que son solemnes y sagrados, y que urgir a respetarlos de verdad es una cuestión de vida o muerte para toda la humanidad.
Fuera de la justicia, de una justicia humana, con alma amplia y flexible, compasiva y holística, no tengo ni bandera, ni partido, ni iglesia ni patria.