Respuesta:
La economía guatemalteca a mediados del siglo XX era relativamente simple y estaba
compuesta por tres sectores: la producción de alimentos y materias primas para el consumo
doméstico, los cultivos de exportación y una incipiente industria. Gran parte del PNB
provenía de la agricultura, especialmente de los productos de exportación como el café y el
banano. El país dependía además del extranjero para adquirir mercancías manufacturadas
que proporcionalmente dominaban la importación.
El sistema tributario de la década revolucionaria heredó del régimen anterior todos los
defectos posibles. La administración tributaria era deficiente, los costos de la recaudación
eran altos y la lentitud de los trámites facilitaba la evasión. La reorganización para optimizar
los ingresos era necesaria. De ahí que ambos gobiernos revolucionarios emprendieran una
reforma que no llegó a concretarse, aún cuando la reforma tributaria era un tema presente en
la agenda del gobierno revolucionario desde sus primeros años.
El aumento tributario de mayor importancia durante el período revolucionario resultó del
incremento del impuesto aplicable al café durante el gobierno de Arévalo en 1950, aunque el
efecto de mejores precios ya se había hecho sentir en los ingresos de las fincas nacionales de
café, expropiadas a los alemanes durante el gobierno de Jorge Ubico, que llegaron a generar
una contribución cercana al 10% de los recursos totales del Estado en esa época. Los
ingresos por aranceles aplicados a las importaciones también aumentaron, aunque en menor
medida. Lo mismo puede decirse de los impuestos selectivos.
Después del derrocamiento del régimen de Jacobo Arbenz, el país fue gobernado por varias
juntas militares. Finalmente, Carlos Castillo Armas asumió el poder el 1 de septiembreExplicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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La economía guatemalteca a mediados del siglo XX era relativamente simple y estaba
compuesta por tres sectores: la producción de alimentos y materias primas para el consumo
doméstico, los cultivos de exportación y una incipiente industria. Gran parte del PNB
provenía de la agricultura, especialmente de los productos de exportación como el café y el
banano. El país dependía además del extranjero para adquirir mercancías manufacturadas
que proporcionalmente dominaban la importación.
El sistema tributario de la década revolucionaria heredó del régimen anterior todos los
defectos posibles. La administración tributaria era deficiente, los costos de la recaudación
eran altos y la lentitud de los trámites facilitaba la evasión. La reorganización para optimizar
los ingresos era necesaria. De ahí que ambos gobiernos revolucionarios emprendieran una
reforma que no llegó a concretarse, aún cuando la reforma tributaria era un tema presente en
la agenda del gobierno revolucionario desde sus primeros años.
El aumento tributario de mayor importancia durante el período revolucionario resultó del
incremento del impuesto aplicable al café durante el gobierno de Arévalo en 1950, aunque el
efecto de mejores precios ya se había hecho sentir en los ingresos de las fincas nacionales de
café, expropiadas a los alemanes durante el gobierno de Jorge Ubico, que llegaron a generar
una contribución cercana al 10% de los recursos totales del Estado en esa época. Los
ingresos por aranceles aplicados a las importaciones también aumentaron, aunque en menor
medida. Lo mismo puede decirse de los impuestos selectivos.
Después del derrocamiento del régimen de Jacobo Arbenz, el país fue gobernado por varias
juntas militares. Finalmente, Carlos Castillo Armas asumió el poder el 1 de septiembreExplicación: