Los líderes de una empresa deben ser aquellos que tengan acciones en dicha empresa o los mismos creadores de ella ya que al forjarse como propietarios dan a entender que tienen la experiencia y la capacidad de manejarla
Así, existen hasta cuatro tipos de liderazgo situacional, de acuerdo a cuatro niveles de desarrollo de los empleados: directivo, persuasivo, participativo y delegador. La clave está en elegir el adecuado para cada situación
Explicación:
Directivo: alta preocupación por las tareas. El líder es quien toma las decisiones definiendo el qué, cómo y cuándo. De otro modo, se generaría desconcierto y temor entre los nuevos empleados.
Persuasivo: aunque el líder sigue definiendo tareas y roles, ya empieza a solicitar el feedback -ideas, sugerencias, preguntas- del equipo y premia sus avances.
Participativo: mayor interés por las personas y relaciones. Tanto las decisiones como el control se gestionan de forma conjunta. Supone un mayor nivel de motivación y de asunción de responsabilidades por parte de los empleados.
Delegador: el líder detecta y evalúa el talento, llegando a delegar tareas en su equipo. Es el máximo nivel de autonomía para los colaboradores.
Respuesta:
accionistas y/o creadores de ella
Explicación:
Los líderes de una empresa deben ser aquellos que tengan acciones en dicha empresa o los mismos creadores de ella ya que al forjarse como propietarios dan a entender que tienen la experiencia y la capacidad de manejarla
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Así, existen hasta cuatro tipos de liderazgo situacional, de acuerdo a cuatro niveles de desarrollo de los empleados: directivo, persuasivo, participativo y delegador. La clave está en elegir el adecuado para cada situación
Explicación:
Directivo: alta preocupación por las tareas. El líder es quien toma las decisiones definiendo el qué, cómo y cuándo. De otro modo, se generaría desconcierto y temor entre los nuevos empleados.
Persuasivo: aunque el líder sigue definiendo tareas y roles, ya empieza a solicitar el feedback -ideas, sugerencias, preguntas- del equipo y premia sus avances.
Participativo: mayor interés por las personas y relaciones. Tanto las decisiones como el control se gestionan de forma conjunta. Supone un mayor nivel de motivación y de asunción de responsabilidades por parte de los empleados.
Delegador: el líder detecta y evalúa el talento, llegando a delegar tareas en su equipo. Es el máximo nivel de autonomía para los colaboradores.