Helenismo es un término creado por la historiografía contemporánea. Fue acuñado por el historiador alemán J. G. Droysen en el siglo XIX. Con él aludía al fenómeno de difusión de la civilización helénica más allá del mundo egeo, así como al resultado de la fusión cultural entre Oriente y Grecia, impulsada por Alejandro Magno.
La valoración de estos procesos implicó la incorporación del mundo greco-oriental al campo de estudio de la Historia Antigua, pues desde el Renacimiento el concepto de Antigüedad había estado limitado al período y ámbito clásicos: Grecia en los siglos VIII-IV a.C. y Roma desde sus orígenes hasta fines del Imperio romano, mientras que Oriente se incluía en el campo de la entonces llamada Historia Bíblica.
El cambio de visión historiográfica coincidió con el auge del Romanticismo en Europa. Dentro de esta corriente historiadores como J. G. Droysen comenzaron a hacer hincapié en el concepto de “civilización mixta”. Influyeron también los grandes descubrimientos arqueológicos de la segunda mitad del siglo XIX, junto al desarrollo de especialidades como la Egiptología y la Asiriología. Todo ello contribuyó a que el ámbito de competencia del historiador de la Antigüedad se ampliara considerablemente.
La denominación de Helenismo se ha mantenido hasta el presente para designar grosso modo el período histórico que abarcó los tres siglos anteriores al cambio de Era en el ámbito territorial de la antigua Grecia y del Imperio alejandrino. Sin embargo, ha sido cuestionado el alcance de la pretendida fusión de culturas promovida por Alejandro Magno. Muchos investigadores niegan que ésta haya sido la verdadera esencia del Helenismo y reivindican la importancia del elemento indígena en los reinos que se conformaron a partir de los diadocos, sobre todo en el medio rural.
Otra cuestión debatida son las fechas. Por convención el período helenístico se considera comprendido entre el año 323, en que murió Alejandro Magno, y el 30 a.C., en que el reino de Egipto fue anexionado a Roma. En realidad, ambos hitos cronológicos son discutibles. Como ya se ha indicado, el inicio del Helenismo podría remontarse perfectamente a la época de Filipo II y, en concreto, al año 338 a.C. en que tuvo lugar la derrota de los griegos en Queronea. En cuanto al final, éste depende siempre del lugar al que estemos refiriéndonos, pues viene marcado por la incorporación de los distintos reinos helenísticos al Imperio Romano. Unos territorios fueron anexionados a Roma antes que otros y cada uno de ellos lo hizo de forma más o menos brusca o gradual, en el marco de sus propios contextos y circunstancias.
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fram12
En verdad necesito una contestación contundente no plagios de google ineptos
Respuesta:
CONCEPTO Y FUENTES DEL HELENISMO
Explicación:
1. Concepto
Helenismo es un término creado por la historiografía contemporánea. Fue acuñado por el historiador alemán J. G. Droysen en el siglo XIX. Con él aludía al fenómeno de difusión de la civilización helénica más allá del mundo egeo, así como al resultado de la fusión cultural entre Oriente y Grecia, impulsada por Alejandro Magno.
La valoración de estos procesos implicó la incorporación del mundo greco-oriental al campo de estudio de la Historia Antigua, pues desde el Renacimiento el concepto de Antigüedad había estado limitado al período y ámbito clásicos: Grecia en los siglos VIII-IV a.C. y Roma desde sus orígenes hasta fines del Imperio romano, mientras que Oriente se incluía en el campo de la entonces llamada Historia Bíblica.
El cambio de visión historiográfica coincidió con el auge del Romanticismo en Europa. Dentro de esta corriente historiadores como J. G. Droysen comenzaron a hacer hincapié en el concepto de “civilización mixta”. Influyeron también los grandes descubrimientos arqueológicos de la segunda mitad del siglo XIX, junto al desarrollo de especialidades como la Egiptología y la Asiriología. Todo ello contribuyó a que el ámbito de competencia del historiador de la Antigüedad se ampliara considerablemente.
La denominación de Helenismo se ha mantenido hasta el presente para designar grosso modo el período histórico que abarcó los tres siglos anteriores al cambio de Era en el ámbito territorial de la antigua Grecia y del Imperio alejandrino. Sin embargo, ha sido cuestionado el alcance de la pretendida fusión de culturas promovida por Alejandro Magno. Muchos investigadores niegan que ésta haya sido la verdadera esencia del Helenismo y reivindican la importancia del elemento indígena en los reinos que se conformaron a partir de los diadocos, sobre todo en el medio rural.
Otra cuestión debatida son las fechas. Por convención el período helenístico se considera comprendido entre el año 323, en que murió Alejandro Magno, y el 30 a.C., en que el reino de Egipto fue anexionado a Roma. En realidad, ambos hitos cronológicos son discutibles. Como ya se ha indicado, el inicio del Helenismo podría remontarse perfectamente a la época de Filipo II y, en concreto, al año 338 a.C. en que tuvo lugar la derrota de los griegos en Queronea. En cuanto al final, éste depende siempre del lugar al que estemos refiriéndonos, pues viene marcado por la incorporación de los distintos reinos helenísticos al Imperio Romano. Unos territorios fueron anexionados a Roma antes que otros y cada uno de ellos lo hizo de forma más o menos brusca o gradual, en el marco de sus propios contextos y circunstancias.