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Su creación es atribuida a Inglaterra, país que reglamentó el juego en 1863 a través de la Football Association (FA), la primera asociación del fútbol.
KatieLucy
Mucho se ha hablado sobre el origen del fútbol. Se menciona, comúnmente, que este deporte nació en Inglaterra. En verdad compartimos los conceptos que aparecen en una publicación de El Gráfico de Argentina, donde dice: “De entre todas las hipótesis, elegiremos una variante que parece la más justa: el fútbol no lo inventó nadie”.
La premisa se basa en que este deporte, en ciertos aspectos, ya aparecía en grabados en una caverna de Kerven, Nueva Guinea, en lo que se ve a un hombre persiguiendo un objeto redondeado.
Dos mil quinientos años antes de Cristo, el emperador chino Xeng-Ti organizaba partidos entre equipos militares, donde se buscaba que un objeto redondo traspusiera la meta final. Los derrotados eran castigados con caminar varios kilómetros conduciendo una pelota y quien perdía el control de ella, también la vida.
Los japoneses y chinos jugaron varias veces entre sí, en aquellas épocas. Se jugaba en Grecia y en Roma, maltratando al adversario y a una vejiga de cerdo rellena con desechos, se impulsaba a la fuerza hacia un objetivo. En el Siglo XIV, en Fiorentina, Italia, actuaban en un terreno, tres defensores, cuatro ayudantes cercanos, cinco “volantes” y quince delanteros. Un sistema táctico, como diría el entrenador Rubén Amorín, “bien ofensivo”.
A los ingleses hay que acreditarles que, aunque no inventaron el fútbol sí lo organizaron. En 1857 se había fundado el Shefield Club, el primero del mundo dedicado al fútbol. En Londres, el 26 de octubre de 1863, en una taberna, se reunieron los pioneros de la organización futbolística y se creó la Football Association y en 1871 hubo el primer campeonato oficial de la historia, con 14 equipos ingleses, y el Queens Park Club, de Escocia. La Copa Inglesa marcó la punta de un movimiento que jamás dejó de crecer.
El fútbol comenzó a expandirse por todo el planeta. Aparecieron los arqueros, las pelotas de cuero, los vistosos uniformes, las selecciones, los escudos y se construyeron los estadios especiales que comenzaron a llenarse de espectadores. Ya el dramaturgo inglés William Shakespeare, en su drama “El Rey Lear”, en un parlamento un personaje le dice a otro, “voy a patearte como a una pelota”. Ahora las pelotas de fútbol son pateadas en todo el mundo *
La premisa se basa en que este deporte, en ciertos aspectos, ya aparecía en grabados en una caverna de Kerven, Nueva Guinea, en lo que se ve a un hombre persiguiendo un objeto redondeado.
Dos mil quinientos años antes de Cristo, el emperador chino Xeng-Ti organizaba partidos entre equipos militares, donde se buscaba que un objeto redondo traspusiera la meta final. Los derrotados eran castigados con caminar varios kilómetros conduciendo una pelota y quien perdía el control de ella, también la vida.
Los japoneses y chinos jugaron varias veces entre sí, en aquellas épocas. Se jugaba en Grecia y en Roma, maltratando al adversario y a una vejiga de cerdo rellena con desechos, se impulsaba a la fuerza hacia un objetivo. En el Siglo XIV, en Fiorentina, Italia, actuaban en un terreno, tres defensores, cuatro ayudantes cercanos, cinco “volantes” y quince delanteros. Un sistema táctico, como diría el entrenador Rubén Amorín, “bien ofensivo”.
A los ingleses hay que acreditarles que, aunque no inventaron el fútbol sí lo organizaron. En 1857 se había fundado el Shefield Club, el primero del mundo dedicado al fútbol. En Londres, el 26 de octubre de 1863, en una taberna, se reunieron los pioneros de la organización futbolística y se creó la Football Association y en 1871 hubo el primer campeonato oficial de la historia, con 14 equipos ingleses, y el Queens Park Club, de Escocia. La Copa Inglesa marcó la punta de un movimiento que jamás dejó de crecer.
El fútbol comenzó a expandirse por todo el planeta. Aparecieron los arqueros, las pelotas de cuero, los vistosos uniformes, las selecciones, los escudos y se construyeron los estadios especiales que comenzaron a llenarse de espectadores. Ya el dramaturgo inglés William Shakespeare, en su drama “El Rey Lear”, en un parlamento un personaje le dice a otro, “voy a patearte como a una pelota”. Ahora las pelotas de fútbol son pateadas en todo el mundo
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