El empresario Luis Abinader Corona, candidato presidencial del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), se convirtió el 5 de julio de 2020 en el primer mandatario de América Latina elegido en plena pandemia COVID-19. Su victoria en la primera vuelta supuso además el final del duopolio ejecutivo y legislativo, prolongado durante 24 años, de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD): el primero venía gobernando ininterrumpidamente desde 2004, en los dos últimos cuatrienios con Danilo Medina de presidente, mientras que el segundo ostentó el Ejecutivo entre 2000 y 2004, amén de ser socio de coalición del PLD desde 2016. Las elecciones generales debieron celebrarse en mayo, como de costumbre, pero la grave perturbación del coronavirus obligó a posponerlas dos meses.
Exitoso en los negocios del sector privado pero hasta ahora desafortunado en sus envites políticos, y sin ninguna experiencia en la administración pública, Abinader fue el compañero de fórmula de Hipólito Mejía, el último jefe de Estado del PRD, en las presidenciales de 2012. Dos años después, ambos rompieron con el perredeísmo y fundaron el PRM, al que los comentaristas colocaron en el centroizquierda (una posición, por lo demás, asignada también al PLD y el PRD). En las presidenciales de 2016 Abinader fue el abanderado del PRM, pero no pudo imponerse a Medina, postulante a la reelección. Ahora en 2020, la mala imagen del oficialismo por los escándalos de corrupción, la desorganización de las elecciones municipales de febrero y, no menos importante, la pérdida de votos del PLD a raíz de la escisión del sector de Leonel Fernández, el tres veces (1996-2000, 2004-2008, 2008-2012) presidente de la República, han puesto en bandeja el triunfo de un aspirante sin carisma evidente y de estilo moderado que esgrime el eslogan, trillado pero efectivo, del "cambio" en la República Dominicana.
Cuando ganó la nominación de su partido en 2019, Abinader, arropado por otras seis fuerzas políticas, redactó un programa de gobierno de corte social liberal con propuestas para generar empleo (hasta 600.000 puestos en cuatro años), atraer inversiones, corregir los desequilibrios fiscales y financieros, desarrollar las infraestructuras de transporte, comunicaciones y vivienda, mejorar la educación, combatir la corrupción y la delincuencia común, transparentar las instituciones y acabar con la "impunidad". Defensor de un libre mercado conciliado con la lucha contra la desigualdad, el candidato propugnaba liberar todo el potencial comercial, turístico y logístico de la emprendedora nación caribeña.
Luego, la llegada de la pandemia obligó a Abinader a reformular sus prioridades para doblegar al virus, calificado por él de "adversario terrible y cruel", en el terreno sanitario y para contener sus "estragos" en el tejido social y económico. Unas actuaciones de contingencia que no obstante irán de la mano de las "reformas profundas" y los "cambios urgentes" que el país precisa tras "quedar al desnudo" una serie de debilidades y vulnerabilidades, reflejo a su entender de la "grave situación estructural" dejada por las administraciones del PLD. "Bajo mi presidencia, el sistema sanitario no colapsará", afirmó el dirigente en su toma de posesión, luego de contagiarse él mismo con el virus un mes antes de las elecciones y de superar la enfermedad con un cuadro de síntomas que no requirió la hospitalización. El día de la jura presidencial, el 16 de agosto, la República Dominicana acumulaba 86.309 casos positivos y 1.453 fallecidos de COVID-19, y presentaba la séptima mayor tasa de contagios de América Latina. Ahora bien, para entonces, la curva del casos activos, que llegaron a ser 35.000, ya estaba declinando.
Las primeras medidas del Gobierno Abinader han sido confirmar el estado de emergencia (restablecido por Medina el 20 de julio por 45 días, luego del primer período de vigencia entre marzo y junio), prorrogar hasta el 3 de septiembre el toque de queda nocturno por demarcaciones geográficas y extender los programas de ayuda social de urgencia hasta el 31 de diciembre, fecha en la que, asegura, la Salud Pública dominicana alcanzará una dimensión verdaderamente "gratuita y universal".
Luis Rodolfo Abanador Corona (Santo Domingo, 12 de julio de 1967) es un político, economista y empresario dominicano. Desde el 16 de agosto de 2020 es el actual presidente de la República Dominicana tras resultar vencedor en las elecciones generales de julio del mismo año.45
Anteriormente, también había sido candidato a las elecciones de 2016, en alianza con el Partido Dominicanos por el Cambio y el Partido Humanista Dominicano.
Respuesta:
El empresario Luis Abinader Corona, candidato presidencial del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), se convirtió el 5 de julio de 2020 en el primer mandatario de América Latina elegido en plena pandemia COVID-19. Su victoria en la primera vuelta supuso además el final del duopolio ejecutivo y legislativo, prolongado durante 24 años, de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD): el primero venía gobernando ininterrumpidamente desde 2004, en los dos últimos cuatrienios con Danilo Medina de presidente, mientras que el segundo ostentó el Ejecutivo entre 2000 y 2004, amén de ser socio de coalición del PLD desde 2016. Las elecciones generales debieron celebrarse en mayo, como de costumbre, pero la grave perturbación del coronavirus obligó a posponerlas dos meses.
Exitoso en los negocios del sector privado pero hasta ahora desafortunado en sus envites políticos, y sin ninguna experiencia en la administración pública, Abinader fue el compañero de fórmula de Hipólito Mejía, el último jefe de Estado del PRD, en las presidenciales de 2012. Dos años después, ambos rompieron con el perredeísmo y fundaron el PRM, al que los comentaristas colocaron en el centroizquierda (una posición, por lo demás, asignada también al PLD y el PRD). En las presidenciales de 2016 Abinader fue el abanderado del PRM, pero no pudo imponerse a Medina, postulante a la reelección. Ahora en 2020, la mala imagen del oficialismo por los escándalos de corrupción, la desorganización de las elecciones municipales de febrero y, no menos importante, la pérdida de votos del PLD a raíz de la escisión del sector de Leonel Fernández, el tres veces (1996-2000, 2004-2008, 2008-2012) presidente de la República, han puesto en bandeja el triunfo de un aspirante sin carisma evidente y de estilo moderado que esgrime el eslogan, trillado pero efectivo, del "cambio" en la República Dominicana.
Cuando ganó la nominación de su partido en 2019, Abinader, arropado por otras seis fuerzas políticas, redactó un programa de gobierno de corte social liberal con propuestas para generar empleo (hasta 600.000 puestos en cuatro años), atraer inversiones, corregir los desequilibrios fiscales y financieros, desarrollar las infraestructuras de transporte, comunicaciones y vivienda, mejorar la educación, combatir la corrupción y la delincuencia común, transparentar las instituciones y acabar con la "impunidad". Defensor de un libre mercado conciliado con la lucha contra la desigualdad, el candidato propugnaba liberar todo el potencial comercial, turístico y logístico de la emprendedora nación caribeña.
Luego, la llegada de la pandemia obligó a Abinader a reformular sus prioridades para doblegar al virus, calificado por él de "adversario terrible y cruel", en el terreno sanitario y para contener sus "estragos" en el tejido social y económico. Unas actuaciones de contingencia que no obstante irán de la mano de las "reformas profundas" y los "cambios urgentes" que el país precisa tras "quedar al desnudo" una serie de debilidades y vulnerabilidades, reflejo a su entender de la "grave situación estructural" dejada por las administraciones del PLD. "Bajo mi presidencia, el sistema sanitario no colapsará", afirmó el dirigente en su toma de posesión, luego de contagiarse él mismo con el virus un mes antes de las elecciones y de superar la enfermedad con un cuadro de síntomas que no requirió la hospitalización. El día de la jura presidencial, el 16 de agosto, la República Dominicana acumulaba 86.309 casos positivos y 1.453 fallecidos de COVID-19, y presentaba la séptima mayor tasa de contagios de América Latina. Ahora bien, para entonces, la curva del casos activos, que llegaron a ser 35.000, ya estaba declinando.
Las primeras medidas del Gobierno Abinader han sido confirmar el estado de emergencia (restablecido por Medina el 20 de julio por 45 días, luego del primer período de vigencia entre marzo y junio), prorrogar hasta el 3 de septiembre el toque de queda nocturno por demarcaciones geográficas y extender los programas de ayuda social de urgencia hasta el 31 de diciembre, fecha en la que, asegura, la Salud Pública dominicana alcanzará una dimensión verdaderamente "gratuita y universal".
Explicación: espero que te sirva
Dame corona porfa
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Respuesta:
Luis Rodolfo Abanador Corona (Santo Domingo, 12 de julio de 1967) es un político, economista y empresario dominicano. Desde el 16 de agosto de 2020 es el actual presidente de la República Dominicana tras resultar vencedor en las elecciones generales de julio del mismo año.45
Anteriormente, también había sido candidato a las elecciones de 2016, en alianza con el Partido Dominicanos por el Cambio y el Partido Humanista Dominicano.
Nacimiento 12 de julio de 1967 (54 años)
Santo Domingo, República Dominicana
Nacionalidad Dominicano
Religión Católico
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