sonnay
Jean Baptiste Grenouille es, gracias a su prodigioso sentido del olfato, el mejor elaborador de perfumes de todos los tiempos. Pero es un ser grotesco, deforme y repulsivo a los ojos de las mujeres. Como venganza a tanta ofensa sufrida a causa de su aspecto físico elabora un raro perfuma que subyuga la voluntad de quien lo huele. Así, Jean Baptiste consigue el favor de las damas de la alta sociedad y el dominio de los poderosos. Existe un único problema: para conseguir la esencia elemental de la mágica fragancia se necesitan los fluidos corporales de jovencitas vírgenes, y para ella el perfumista no duda en convertirse en un obsesivo, cruel y despiadado asesino.El método que empelaba este asesino compulsivo constituido en pasos era de la siguiente forma:Como primer paso las seducía para así lograr comunicación, una vez completado con éxito este objetivo este esperaba con ansias y paciencia un mínimo descuido gravemente fatal de su joven y virgen victima que caprichosamente debía y tenia que ser una mujer para que luego este despiadado asesino la asechara como un tigre a su presa y la mataba de un zarpaos sin dejar rasto alguno; una vez acontecidos estos fatales hechos de asesinato el satisfecho asesino procedía a captar, percibir, entender, diferenciar el olor del nada mas y simple cadáver de su reciente víctima para así poder constatar que su indefensa e inocente victima era de pureza y virginidad en su totalidad, en pocas palabras; el mediante su olor corporal podía constatar mediante su fino, agudo y especializado olfato de que su víctima era una mujer virgen.