Debido a la crisis por la que pasa la economía colombiana, especialmente por la caída de
los precios del petróleo y que más del 60 % de nuestras exportaciones dependen de este
producto, es necesario pensar en diversificar nuestras exportaciones y en mirar hacia nuevos mercados un poco más allá de nuestras fronteras. Se han realizado acuerdos comerciales con diferentes países como Estados Unidos que no han representado un crecimiento
importante en nuestras exportaciones debido a la falta de diversificación de nuestra oferta
exportadora.
De esta manera, es infortunado e inexplicable que Colombia no pertenezca al Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ya que representa un desafío y una oportunidad para la economía colombiana en la búsqueda de nuevos socios comerciales y para
diversificar la oferta exportadora. Asimismo, la participación de empresarios colombianos
se convierte en un gran avance para que nuestro país pertenezca a este foro en pro de
su crecimiento y desarrollo económico. A pesar de esto, la debilidad de la estrategia de
Colombia en el Asia se ve reflejada en la insuficiente presencia institucional en la región
generando una impotencia a la hora de establecer temas comunes en las agendas que permitan tener un comercio más fluido con las economías asiáticas.
Además, el sector empresarial colombiano ha demostrado poco interés en una mayor
inserción en esta región, lo cual parte por el desconocimiento de la importancia de estos
mercados y por la preferencia hacia los Estados Unidos y, en cierta forma, por la falta de
capacidad disponible para responder a las exigencias de los mercados asiáticos.
De esta manera, el APEC debe ser considerado como escenario estratégico en el que
una economía emergente como la colombiana muestre su capacidad de interacción en
forma eficiente y eficaz. Por su nivel de desarrollo económico y social, la magnitud de su
población y territorio, la riqueza natural y la experiencia reciente en el campo multilateral, Colombia no puede despreciar las oportunidades de extender y profundizar la red de
sus nexos internacionales.
Asimismo, la agenda ampliada del APEC, con numerosos programas de cooperación
en el desarrollo de los recursos humanos, infraestructura, energía, alimentos, entre otros,
puede constituirse en fuente importante de recursos técnicos, financieros, tecnológicos y
humanos para generar soluciones a corto y mediano plazo al servicio de la sociedad colombiana. Además, el APEC es útil para estos efectos, pero, sobre todo, es un espacio de
discusión conjunta sobre cómo acceder más rápidamente a los beneficios del libre comercio mundial. Un crítico decía que era el think tank de la globalización y seguramente tiene
mucha razón. Lo evidente es que para los países y empresarios allí reunidos las ventajas
y posibilidades del libre mercado ya no están en discusión. El asunto es cómo lograr que
se establezcan los acuerdos y se realicen las reformas que permitan a los países acceder de
Respuesta:
que es muy buena exportacion de café, maíz y carbón
Explicación:
espero qu te ayude
Respuesta:
Debido a la crisis por la que pasa la economía colombiana, especialmente por la caída de
los precios del petróleo y que más del 60 % de nuestras exportaciones dependen de este
producto, es necesario pensar en diversificar nuestras exportaciones y en mirar hacia nuevos mercados un poco más allá de nuestras fronteras. Se han realizado acuerdos comerciales con diferentes países como Estados Unidos que no han representado un crecimiento
importante en nuestras exportaciones debido a la falta de diversificación de nuestra oferta
exportadora.
De esta manera, es infortunado e inexplicable que Colombia no pertenezca al Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ya que representa un desafío y una oportunidad para la economía colombiana en la búsqueda de nuevos socios comerciales y para
diversificar la oferta exportadora. Asimismo, la participación de empresarios colombianos
se convierte en un gran avance para que nuestro país pertenezca a este foro en pro de
su crecimiento y desarrollo económico. A pesar de esto, la debilidad de la estrategia de
Colombia en el Asia se ve reflejada en la insuficiente presencia institucional en la región
generando una impotencia a la hora de establecer temas comunes en las agendas que permitan tener un comercio más fluido con las economías asiáticas.
Además, el sector empresarial colombiano ha demostrado poco interés en una mayor
inserción en esta región, lo cual parte por el desconocimiento de la importancia de estos
mercados y por la preferencia hacia los Estados Unidos y, en cierta forma, por la falta de
capacidad disponible para responder a las exigencias de los mercados asiáticos.
De esta manera, el APEC debe ser considerado como escenario estratégico en el que
una economía emergente como la colombiana muestre su capacidad de interacción en
forma eficiente y eficaz. Por su nivel de desarrollo económico y social, la magnitud de su
población y territorio, la riqueza natural y la experiencia reciente en el campo multilateral, Colombia no puede despreciar las oportunidades de extender y profundizar la red de
sus nexos internacionales.
Asimismo, la agenda ampliada del APEC, con numerosos programas de cooperación
en el desarrollo de los recursos humanos, infraestructura, energía, alimentos, entre otros,
puede constituirse en fuente importante de recursos técnicos, financieros, tecnológicos y
humanos para generar soluciones a corto y mediano plazo al servicio de la sociedad colombiana. Además, el APEC es útil para estos efectos, pero, sobre todo, es un espacio de
discusión conjunta sobre cómo acceder más rápidamente a los beneficios del libre comercio mundial. Un crítico decía que era el think tank de la globalización y seguramente tiene
mucha razón. Lo evidente es que para los países y empresarios allí reunidos las ventajas
y posibilidades del libre mercado ya no están en discusión. El asunto es cómo lograr que
se establezcan los acuerdos y se realicen las reformas que permitan a los países acceder de
manera más expedita al comercio mundial.