Marilau1234
La ventaja era el comercio maritimo en el mar Egeo
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¡Notificar abuso!Grecia es la extremidad meridional de la península de los Balcanes. Si se mira un mapa de Europa se podría observar que la patria del dios Apolo tiene la forma de una mano esquelética que extiende sus dedos, torcidos e irregulares, sobre el mar Mediterráneo. Al sur de ella se extiende la gran isla de Creta. Desde la que aquellos dedos codiciosos capturaron, en el segundo milenio antes de Cristo, los comienzos de una civilización y una cultura que inmortalizarían a la Grecia clásica.
Colocada en el Oriente del Mediterráneo y en medio del mundo antiguo, la Hálade pudo fácilmente ocupar, gracias a su situación admirable, el centro de la cultura y del comercio. Bastante cerca de Egipto y de algunos reinos asiáticos para apoderarse de la civilización de estos países, estaba separada de ella por el mar, que le permitió mantener su independencia y los rasgos propios de su personalidad.
Ninguna otra península europea posee una configuración geográfica tan accidentada. Sus costas sinuosas forman golfos y bahías, lo que facilita la navegación. Esta ventaja natural permitió a los griegos alcanzar un desarrollo en la navegación y el comercio. Los marinos helenos pasaban de Europa al Asia a través del mar Egeo sin dejar de tener nunca tierra a la vista.
Recursos económicos
La península Balcánica ha sido a lo largo de la Historia la más pobre y montañosa de todas las penínsulas mediterráneas; las montañas ocupan el 80% de la superficie total y el 20% restante está constituido por pequeñas llanuras rodeadas de abruptas montañas lo que dificultó en extremo las comunicaciones. Esto facilitó el surgimiento de unas entidades políticas de pequeño tamaño, autosuficientes y de fronteras difusas, la polis (del griego polij ´ciudad´).
En las llanuras se practicó una agricultura de subsistencia cuyo principal problema provenía de la imposibilidad de adaptar la producción a cualquier tipo de cambio social, político o de tenencia de la tierra. Los cultivos fueron los típicos de la cuenca mediterránea, esto es, la vid, el olivo y los cereales, a los que en algunos lugares se añadieron frutales.
En cuanto a los recursos mineros, el subsuelo griego presentó aún más problemas que en lo referido a la explotación agrícola debido a la prácticamente total inexistencia de minerales a excepción del cobre, hierro y algo de plata. La abundancia de arcilla de buena calidad propicio el temprano desarrollo de la cerámica y la aparición de numerosos talleres ceramistas que hicieron de la cerámica griega una de las piezas fundamentales del comercio en el Mediterráneo. Por otro lado, la explotación de las canteras favoreció el crecimiento de las ciudades.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho es fácil imaginar la importancia del mar para los griegos. Con unas comunicaciones por tierra realmente complejas y una necesidad acuciante de comerciar con el exterior, para obtener todo aquello que el suelo sobre el que se asentaron les negaba, el mar era la única opción de expansión y subsistencia que los griegos pudieron encontrar. No obstante, los griegos rara vez usaron los recursos del mar, no era un pueblo de pescadores sino de agricultores, mas que para extender a través de él sus redes comerciales.
Colocada en el Oriente del Mediterráneo y en medio del mundo antiguo, la Hálade pudo fácilmente ocupar, gracias a su situación admirable, el centro de la cultura y del comercio. Bastante cerca de Egipto y de algunos reinos asiáticos para apoderarse de la civilización de estos países, estaba separada de ella por el mar, que le permitió mantener su independencia y los rasgos propios de su personalidad.
Ninguna otra península europea posee una configuración geográfica tan accidentada. Sus costas sinuosas forman golfos y bahías, lo que facilita la navegación. Esta ventaja natural permitió a los griegos alcanzar un desarrollo en la navegación y el comercio. Los marinos helenos pasaban de Europa al Asia a través del mar Egeo sin dejar de tener nunca tierra a la vista.
Recursos económicos
La península Balcánica ha sido a lo largo de la Historia la más pobre y montañosa de todas las penínsulas mediterráneas; las montañas ocupan el 80% de la superficie total y el 20% restante está constituido por pequeñas llanuras rodeadas de abruptas montañas lo que dificultó en extremo las comunicaciones. Esto facilitó el surgimiento de unas entidades políticas de pequeño tamaño, autosuficientes y de fronteras difusas, la polis (del griego polij ´ciudad´).
En las llanuras se practicó una agricultura de subsistencia cuyo principal problema provenía de la imposibilidad de adaptar la producción a cualquier tipo de cambio social, político o de tenencia de la tierra. Los cultivos fueron los típicos de la cuenca mediterránea, esto es, la vid, el olivo y los cereales, a los que en algunos lugares se añadieron frutales.
En cuanto a los recursos mineros, el subsuelo griego presentó aún más problemas que en lo referido a la explotación agrícola debido a la prácticamente total inexistencia de minerales a excepción del cobre, hierro y algo de plata. La abundancia de arcilla de buena calidad propicio el temprano desarrollo de la cerámica y la aparición de numerosos talleres ceramistas que hicieron de la cerámica griega una de las piezas fundamentales del comercio en el Mediterráneo. Por otro lado, la explotación de las canteras favoreció el crecimiento de las ciudades.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho es fácil imaginar la importancia del mar para los griegos. Con unas comunicaciones por tierra realmente complejas y una necesidad acuciante de comerciar con el exterior, para obtener todo aquello que el suelo sobre el que se asentaron les negaba, el mar era la única opción de expansión y subsistencia que los griegos pudieron encontrar. No obstante, los griegos rara vez usaron los recursos del mar, no era un pueblo de pescadores sino de agricultores, mas que para extender a través de él sus redes comerciales.
esto es todo suerte :)