Los grupos nómadas de aquellos tiempos buscaban plantas y bayas de temporada, cazaban caribú, renos y otros animales para comer, generalmente con lanzas o dardos. De ellos, solo han llegado a nuestros días restos de puntas de piedra y hueso.
Según los prehistoriadores los primeros utensilios fabricados por el ser humano fueron trozos de madera, hueso o piedra, toscamente afilados o acomodados a la mano, rompiéndolos o astillándolos.
Al paso de los milenios, los hombres prehistóricos fueron aprendiendo cosas nuevas y más complicadas. Su primer gran invento fue encontrar la manera de producir fuego: con él podían protegerse, calentarse y asar o tostar algunos alimentos.
El hombre aprendió también a fabricar instrumentos más elaborados: filosos cuchillos y hachas de piedra, puntas para lanzas de madera, agujas de hueso, raspadores para trabajar la piel de los animales. Con estos instrumentos se volvió más fácil cazar animales de mayor tamaño, cortar su carne y aprovechar las pieles para vestirse.
Aunque hay animales que pueden usar instrumentos, sólo el ser humano es capaz de fabricarlos.
Con piedras se raspaba la piel de los animales.
Hace unos 100 mil años, el clima de la Tierra sufrió un cambio notable. La temperatura descendió y el intenso frío hizo que se formaran grandes capas de hielo, que no se derretían en los veranos y que avanzaron desde los polos hacia los territorios continentales. Una de las consecuencias de este cambio fue que, como había una inmensa cantidad de agua convertida en hielo, las lluvias disminuyeron y grandes zonas se convirtieron en desiertos. Por esa misma razón bajó el nivel de los mares y se unieron territorios que actualmente están separados por las aguas.
Bisonte herido pintado en una cueva de Francia.
En las frías tierras de Asia y Europa, la caza adquirió mayor importancia, aunque siempre se combinó con la recolección. Los grupos de cazadores eran nómadas, es decir, iban de un lugar a otro siguiendo a las manadas de ciervos y renos, bisontes y caballos salvajes que se habían convertido en su principal fuente de alimentación. En cambio es probable que la caza del mamut y del gran rinoceronte de espeso pelaje fuera menos frecuente, porque esas bestias eran demasiado grandes y peligrosas para las armas rudimentarias del cazador primitivo.
Respuesta:
Los grupos nómadas de aquellos tiempos buscaban plantas y bayas de temporada, cazaban caribú, renos y otros animales para comer, generalmente con lanzas o dardos. De ellos, solo han llegado a nuestros días restos de puntas de piedra y hueso.
Según los prehistoriadores los primeros utensilios fabricados por el ser humano fueron trozos de madera, hueso o piedra, toscamente afilados o acomodados a la mano, rompiéndolos o astillándolos.
Explicación:
Respuesta:
Los cazadores nómadas
Descubrimiento del fuego.
Al paso de los milenios, los hombres prehistóricos fueron aprendiendo cosas nuevas y más complicadas. Su primer gran invento fue encontrar la manera de producir fuego: con él podían protegerse, calentarse y asar o tostar algunos alimentos.
El hombre aprendió también a fabricar instrumentos más elaborados: filosos cuchillos y hachas de piedra, puntas para lanzas de madera, agujas de hueso, raspadores para trabajar la piel de los animales. Con estos instrumentos se volvió más fácil cazar animales de mayor tamaño, cortar su carne y aprovechar las pieles para vestirse.
Aunque hay animales que pueden usar instrumentos, sólo el ser humano es capaz de fabricarlos.
Con piedras se raspaba la piel de los animales.
Hace unos 100 mil años, el clima de la Tierra sufrió un cambio notable. La temperatura descendió y el intenso frío hizo que se formaran grandes capas de hielo, que no se derretían en los veranos y que avanzaron desde los polos hacia los territorios continentales. Una de las consecuencias de este cambio fue que, como había una inmensa cantidad de agua convertida en hielo, las lluvias disminuyeron y grandes zonas se convirtieron en desiertos. Por esa misma razón bajó el nivel de los mares y se unieron territorios que actualmente están separados por las aguas.
Bisonte herido pintado en una cueva de Francia.
En las frías tierras de Asia y Europa, la caza adquirió mayor importancia, aunque siempre se combinó con la recolección. Los grupos de cazadores eran nómadas, es decir, iban de un lugar a otro siguiendo a las manadas de ciervos y renos, bisontes y caballos salvajes que se habían convertido en su principal fuente de alimentación. En cambio es probable que la caza del mamut y del gran rinoceronte de espeso pelaje fuera menos frecuente, porque esas bestias eran demasiado grandes y peligrosas para las armas rudimentarias del cazador primitivo.