caicedoxantiDurante la época colonial, las ciudades eran pequeñas. Esto hace suponer que la gente no necesitaba medios de transporte. Sin embargo, pocas personas se veían de a pie.Muchas utilizaban los caballos, aún para los trayectos más cortos. A caballo iban los transeúntes, los vendedores ambulantes y hasta los mendigos.La gente de alcurnia tenía carruajes que servían para transladarlos tanto dentro de la ciudad como a los alrededores. La calesa o volanta era la más usada.En la época del Virrey Vértiz apareció la litera o palanquín que era una silla cubierta llevada por dos o cuatro sirvientes. Se trataba de un medio de transporte propio de las mujeresTRANSPORTE DE LARGA DISTANCIAPara llevar cargas de una ciudad a otra se empleaban las carretas. Eran vehículos construidos de madera ensambladas y atadas con tientos de cuero crudo. No se empleaban clavos ni tornillos. Las ruedas con frecuencia tenían más de dos metros de diámetro para poder sortear todos los obstáculos del camino. La caja del vehículo estaba techada con paja o cuero, según los casos. Las carretas eran arrastradas por cuatro o seis yuntas de bueyes que dirigía el carretero, sentado en el yugo. Las carretas, bien aprovisionadas de agua y de alimentos, marchaban en caravanas o tropas para defenderse mejor en caso de ataque. Otra manera de trasladar mercadería era a lomo de mula. Las mulas, seusaban sobretodo, en las regiones montañosas. Servían para llevar o traer cargas de Chile y para acarreo del oro y de la plata de las minas de Alto Perú y Perú. Adem;as se conducían en mulas los productos que se trasladaban desde Cuyo a Buenos Aires. Excepto en el cruce de la cordillera, las mercaderías se colgaban a los lados, en barriles o canastos. El transporte de pasajeros se realizó durante mucho tiempo en carreta. Los viajeros, simplemente, se agragaban en una tropa que iba hacia el lugar de su destino. Los altos funcionarios del gobierno y las personas ricas usaban su propio coche de camino. También solía emplearse la misma volanta o calesa, arrastrada por cuatro caballos. En el siglop XVIII (entre 1700 y 1800) apareció la galaera o diligencia. Era un vehículo de cuatro ruedas tirado por varias yuntas de caballos. La conducían uno o más postillones, es decir, jinetes montados en los caballos del tiro. Por supuesto, también podrían hacerse a caballo los viajes largos. Para ello se empleaba una tropilla. Así los animales, podían recorrer sin fatigas, distancias extraordinarias.La correspondencia, por su parte, se confiaba a los encargados de las tropas y de las arrias, o a los conductores de las galeras. Si no debía fletarse un jinete especialmente. Sólo en 1948 se estableció un sistema regular de correos.Se instalaron entonces las postas donde los correos (o chasquis) y los viajeros podían detenerse a cambiar los caballos, comer o pasar la noche.
Las carretas, bien aprovisionadas de agua y de alimentos, marchaban en caravanas o tropas para defenderse mejor en caso de ataque.
Otra manera de trasladar mercadería era a lomo de mula. Las mulas, seusaban sobretodo, en las regiones montañosas. Servían para llevar o traer cargas de Chile y para acarreo del oro y de la plata de las minas de Alto Perú y Perú.
Adem;as se conducían en mulas los productos que se trasladaban desde Cuyo a Buenos Aires. Excepto en el cruce de la cordillera, las mercaderías se colgaban a los lados, en barriles o canastos.
El transporte de pasajeros se realizó durante mucho tiempo en carreta. Los viajeros, simplemente, se agragaban en una tropa que iba hacia el lugar de su destino.
Los altos funcionarios del gobierno y las personas ricas usaban su propio coche de camino. También solía emplearse la misma volanta o calesa, arrastrada por cuatro caballos.
En el siglop XVIII (entre 1700 y 1800) apareció la galaera o diligencia. Era un vehículo de cuatro ruedas tirado por varias yuntas de caballos. La conducían uno o más postillones, es decir, jinetes montados en los caballos del tiro.
Por supuesto, también podrían hacerse a caballo los viajes largos. Para ello se empleaba una tropilla. Así los animales, podían recorrer sin fatigas, distancias extraordinarias.La correspondencia, por su parte, se confiaba a los encargados de las tropas y de las arrias, o a los conductores de las galeras. Si no debía fletarse un jinete especialmente. Sólo en 1948 se estableció un sistema regular de correos.Se instalaron entonces las postas donde los correos (o chasquis) y los viajeros podían detenerse a cambiar los caballos, comer o pasar la noche.