En Roma, la religión tenía dos vertientes: una pública, el culto estatal, y otra privada, el culto a los lares familiares. Como en Grecia, la religión no era un asunto de religiosidad personal; más bien tenía un carácter contractual: se honraba a los dioses a cambio de su protección.
En Roma, la religión tenía dos vertientes: una pública, el culto estatal, y otra privada, el culto a los lares familiares. Como en Grecia, la religión no era un asunto de religiosidad personal; más bien tenía un carácter contractual: se honraba a los dioses a cambio de su protección.
Respuesta:
En Roma, la religión tenía dos vertientes: una pública, el culto estatal, y otra privada, el culto a los lares familiares. Como en Grecia, la religión no era un asunto de religiosidad personal; más bien tenía un carácter contractual: se honraba a los dioses a cambio de su protección.
Explicación:
Respuesta:
En Roma, la religión tenía dos vertientes: una pública, el culto estatal, y otra privada, el culto a los lares familiares. Como en Grecia, la religión no era un asunto de religiosidad personal; más bien tenía un carácter contractual: se honraba a los dioses a cambio de su protección.