cookiees2014salito
El cuento del torito de la piel brillante es la historia de un torito que nació y creció en el hogar de una joven pareja, proveniente de una comunidad campesina, el torito tenía la costumbre de acompañar por Todas partes a su joven dueño. Hasta que un día el joven se puso a cortar leña a la orilla del lago mientras el torito comía totora y después de recogerla se fue, olvidándose de él. En ese instante salió un toro negro y grande del fondo del lago, quien retó a una pelea de muerte al torito diciéndole:" Si tú me vences te salvarás, si te venzo yo, te arrastraré al fondo del lago”. El torito respondió que le era imposible pelear por que no tenía el permiso de su dueño; postergando el duelo hasta el amanecer. El toro negro aceptó la propuesta, no sin antes amenazarlo ante un posible arrepentimiento. El joven regreso de su hogar para buscar al torito y lo encontró en la montaña, allí escucho muy apenado todo la historia. Al amanecer, el torito se despidió de sus queridos amos aunque estos trataron de oponerse a su destino, el torito muy entristecido marchó a la cita diciéndole a su dueño:"subirás a la cumbre y desde allí me verás”. El hombre llegó a la cumbre de la montaña y desde allí pudo ver la ardua lucha entre los combatientes, que finalizó cuando el toro negro logró sumergir al torito, desapareciendo ambos animales en el agua. El dueño lloro y grito como nunca y a su regreso hizo lo mismo su mujer; y aunque ambos criaron con mucho cuidado a la vaca madre del torito, esta nunca pudo alumbrar otro becerrito.
Hasta que un día el joven se puso a cortar leña a la orilla del lago mientras el torito comía totora y después de recogerla se fue, olvidándose de él.
En ese instante salió un toro negro y grande del fondo del lago, quien retó a una pelea de muerte al torito diciéndole:" Si tú me vences te salvarás, si te venzo yo, te arrastraré al fondo del lago”.
El torito respondió que le era imposible pelear por que no tenía el permiso de su dueño; postergando el duelo hasta el amanecer.
El toro negro aceptó la propuesta, no sin antes amenazarlo ante un posible arrepentimiento. El joven regreso de su hogar para buscar al torito y lo encontró en la montaña, allí escucho muy apenado todo la historia.
Al amanecer, el torito se despidió de sus queridos amos aunque estos trataron de oponerse a su destino, el torito muy entristecido marchó a la cita diciéndole a su dueño:"subirás a la cumbre y desde allí me verás”.
El hombre llegó a la cumbre de la montaña y desde allí pudo ver la ardua lucha entre los combatientes, que finalizó cuando el toro negro logró sumergir al torito, desapareciendo ambos animales en el agua.
El dueño lloro y grito como nunca y a su regreso hizo lo mismo su mujer; y aunque ambos criaron con mucho cuidado a la vaca madre del torito, esta nunca pudo alumbrar otro becerrito.