El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar el Campeador. La versión conservada fue compuesta, según la mayoría de la crítica actual, alrededor del año 1200.
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ByLion14LB
tu respuesta no tiene nada que ver con la pregunta. la pregunta es, ¿que tipo de héroe es el mio cid? pero, me estas escribiendo que es el cantar de mio cid. disculpa bro no me sirve tu respuesta, salu2.
La figura histórica que fue Rodrigo Díaz de Vivar tiene una soberbia contrapartida en ese otro espacio imaginario en donde moran eternamente los héroes del pasado, un espacio en el que la persona de carne y hueso se convierte en personaje de leyendas y literaturas. En ese fantástico territorio conviven no sólo aquellos que tuvieron una existencia real en el mundo, sino también todos los que la fecunda imaginación, partiendo de unos modelos de conducta, fue capaz de inspirar al entendimiento. Ahí están en apretada convivencia todos ellos: Gilgamesh, rey de Uruk, “dos tercios dios y un tercio hombre”; Ulises, el héroe de la guerra de Troya; Eneas, el mítico fundador de Roma; Arturo, primus inter pares; Beowulf, rey del pueblo gauta y vencedor del monstruo Grendel; Roland, el valeroso sobrino de Carlomagmo muerto en Roncesvalles y, por supuesto, entre otras innumerables figuras legendarias, don Rodrigo Díaz, el de Vivar.
El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar el Campeador. La versión conservada fue compuesta, según la mayoría de la crítica actual, alrededor del año 1200.
La figura histórica que fue Rodrigo Díaz de Vivar tiene una soberbia contrapartida en ese otro espacio imaginario en donde moran eternamente los héroes del pasado, un espacio en el que la persona de carne y hueso se convierte en personaje de leyendas y literaturas. En ese fantástico territorio conviven no sólo aquellos que tuvieron una existencia real en el mundo, sino también todos los que la fecunda imaginación, partiendo de unos modelos de conducta, fue capaz de inspirar al entendimiento. Ahí están en apretada convivencia todos ellos: Gilgamesh, rey de Uruk, “dos tercios dios y un tercio hombre”; Ulises, el héroe de la guerra de Troya; Eneas, el mítico fundador de Roma; Arturo, primus inter pares; Beowulf, rey del pueblo gauta y vencedor del monstruo Grendel; Roland, el valeroso sobrino de Carlomagmo muerto en Roncesvalles y, por supuesto, entre otras innumerables figuras legendarias, don Rodrigo Díaz, el de Vivar.