eimyail
Los seres humanos, por pura supervivencia y necesidad de avanzar, tendemos a hacer generalizaciones o poner etiquetas a las cosas, a los sitios, a las personas… Pero muchas veces hace falta pararse a cuestionarlas, porque entonces lejos de ayudarnos a avanzar, nos impide progresar, aprender más y enriquecernos. Cuando etiquetamos a la otra persona a partir de una idea puntual que tenemos de ella – una afición que tiene, un estilo de vestir, un tema del que habla a menudo, un sector en el que trabaja… – nos perdemos la posibilidad de crear puentes con la otra persona, una gran variedad de temas, motivaciones, valores o intereses con los que podemos conectar, y así mejorar la relación o la conversación puntual.