Refiriéndonos a la pubertad, hay varios temas que podemos considerar tabúes relacionados con el desarrollo y crecimiento físico de los niños y niñas, entre ellos:
- Crecimiento de órganos genitales externos.
- Crecimiento de vello en lugares que antes no había, como las axilas.
- Aparición de la menstruación en niñas.
- Sentido de incomprensión, relacionado con lo psicológico.
Explicación:La mayoría de padres no saben cómo hablar de sexualidad con sus hijos y muchos lo convierten en un tema tabú, algo que a la larga puede perjudicar la confianza y el aprendizaje de los adolescentes. La clave está en tratar el tema con naturalidad y libertad.
Cuando las palabras adolescencia y sexo van juntas, la mayoría de adultos sólo piensa en riesgos como embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual. Se trata de un pensamiento instaurado en la sociedad actual, a veces marcado por unas ideas sobre la sexualidad que no son reales y que llevan a confundir conceptos. Por ejemplo, la mayoría de gente relaciona la sexualidad directamente con el coito, cuando no tiene por qué ser así.
La sexualidad va mucho más allá y existe en todos los seres humanos desde una edad muy temprana. El problema principal es que los adultos no acaban de aceptar el enfoque de los jóvenes respecto su sexualidad.
Con la llegada de la pubertad, la sexualidad crece en el individuo, y los cambios físicos se suman a un interés creciente por el sexo y a las relaciones que se estrechan fuera del vínculo familiar. Todo ello forma la nueva identidad del joven.
La mayoría de adolescentes dice encontrar información sobre sexo en los medios de comunicación y en Internet. Prohibirles este acceso o afirmar que aún no son suficientemente mayores para el sexo es un error. La sexualidad adolescente existe, y la maduración y responsabilidad que los jóvenes adquieran en este sentido dependerá, en gran parte, del apoyo de los adultos.
Los padres tienen que tratar el tema con total libertad y naturalidad y hablarlo con sus hijos desde pequeños. Esto provocará que los niños tengan suficiente confianza para, más adelante, preguntar cualquier duda que puedan tener y no se sientan coartados. Así, adquirirán conocimientos y habilidades que les servirán para vivir sus propias experiencias y tomar sus propias decisiones. Los padres deberían abordar las situaciones y emociones que vayan surgiendo sin hacer juicios de valor ni basarse en prejuicios.
Los adultos no deben olvidar que no todos los jóvenes son irresponsables y que también hay adultos que lo son. Por lo tanto, hay que intentar desprenderse de esta imagen equívoca de los adolescentes y el sexo.
Para ayudar a los jóvenes, existen páginas web y recursos que ofrecen una buena información sobre sexualidad y que pueden complementar los consejos y experiencias de los adultos. Por ejemplo, la sección Sexe Joves de la Generalitat de Catalunya es una buena recomendación para que los adolescentes puedan resolver diversas dudas.
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Refiriéndonos a la pubertad, hay varios temas que podemos considerar tabúes relacionados con el desarrollo y crecimiento físico de los niños y niñas, entre ellos:
- Crecimiento de órganos genitales externos.
- Crecimiento de vello en lugares que antes no había, como las axilas.
- Aparición de la menstruación en niñas.
- Sentido de incomprensión, relacionado con lo psicológico.
entre muchos otros.
Respuesta:
Explicación:La mayoría de padres no saben cómo hablar de sexualidad con sus hijos y muchos lo convierten en un tema tabú, algo que a la larga puede perjudicar la confianza y el aprendizaje de los adolescentes. La clave está en tratar el tema con naturalidad y libertad.
Cuando las palabras adolescencia y sexo van juntas, la mayoría de adultos sólo piensa en riesgos como embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual. Se trata de un pensamiento instaurado en la sociedad actual, a veces marcado por unas ideas sobre la sexualidad que no son reales y que llevan a confundir conceptos. Por ejemplo, la mayoría de gente relaciona la sexualidad directamente con el coito, cuando no tiene por qué ser así.
La sexualidad va mucho más allá y existe en todos los seres humanos desde una edad muy temprana. El problema principal es que los adultos no acaban de aceptar el enfoque de los jóvenes respecto su sexualidad.
Con la llegada de la pubertad, la sexualidad crece en el individuo, y los cambios físicos se suman a un interés creciente por el sexo y a las relaciones que se estrechan fuera del vínculo familiar. Todo ello forma la nueva identidad del joven.
La mayoría de adolescentes dice encontrar información sobre sexo en los medios de comunicación y en Internet. Prohibirles este acceso o afirmar que aún no son suficientemente mayores para el sexo es un error. La sexualidad adolescente existe, y la maduración y responsabilidad que los jóvenes adquieran en este sentido dependerá, en gran parte, del apoyo de los adultos.
Los padres tienen que tratar el tema con total libertad y naturalidad y hablarlo con sus hijos desde pequeños. Esto provocará que los niños tengan suficiente confianza para, más adelante, preguntar cualquier duda que puedan tener y no se sientan coartados. Así, adquirirán conocimientos y habilidades que les servirán para vivir sus propias experiencias y tomar sus propias decisiones. Los padres deberían abordar las situaciones y emociones que vayan surgiendo sin hacer juicios de valor ni basarse en prejuicios.
Los adultos no deben olvidar que no todos los jóvenes son irresponsables y que también hay adultos que lo son. Por lo tanto, hay que intentar desprenderse de esta imagen equívoca de los adolescentes y el sexo.
Para ayudar a los jóvenes, existen páginas web y recursos que ofrecen una buena información sobre sexualidad y que pueden complementar los consejos y experiencias de los adultos. Por ejemplo, la sección Sexe Joves de la Generalitat de Catalunya es una buena recomendación para que los adolescentes puedan resolver diversas dudas.