Considerado uno de los más importantes narradores nacionales, Francisco Coloane nació en el sureño pueblo de Quemchi, Chiloé, el 19 de julio de 1910. Hijo de un capitán de barcos balleneros y de una pequeña propietaria agrícola, Francisco Coloane cursó sus primeros estudios en las escuelas locales de Quemchi, para luego ingresar al Seminario de Ancud, donde realizó estudios equivalentes al segundo año de educación media.
Aun antes de terminar sus estudios, comenzó a trabajar como secretario, al tiempo que publicaba sus primeros relatos en revistas y diarios de la región. Más tarde, en 1929, fue contratado como aprendiz de capataz en una estancia ganadera de Tierra del Fuego, experiencia que dió tema a gran parte de su obra, y que se sumó a las labores que desarrolló como escribiente de la Armada de Chile y miembro de las expediciones petrolíferas realizadas en la provincia de Magallanes.
Integrante de la Generación Literaria de 1938 y poseedor de una prosa potente, Coloane manifiesta en sus textos la lucha continua del hombre y su entorno, siempre situado en las regiones inhóspitas del sur chileno o en las soledades de alta mar, como se ve en dos de sus libros más reconocidos, Cabo de Hornos (1941) y El último grumete de La Baquedano (1941). Estos tópicos se manifiestan también en sus volúmenes de cuentos, como Golfo de Penas (1945) y El chilote Otey y otros relatos (1971), y en sus incursiones en la dramaturgia, como La Tierra del Fuego se apaga (1945).
Su obra ha sido objeto de múltiples comentarios y artículos de prensa; y él, llamado por la crítica europea como "Jack London de Sudamérica", a raíz de las cercanías temáticas que mantiene con el escritor norteamericano, en especial en lo que se refiere al retrato del hombre frente a una naturaleza aún indómita e inexplorada, principal fuente de inspiración de ambos autores.
Francisco Coloane realizó también una prolífica tarea como periodista y redactor de diversos medios de prensa, escribiendo numerosos artículos y notas para medios como La Crónica, El Siglo y la revista Zig-Zag, de la cual fue redactor político. Tampoco resulta menor su actuación gremial, que lo llevó a la presidencia de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y a una continua participación tanto en esta asociación como en el Colegio de Periodistas, del cual fue miembro.
Ganador del Premio de la Sociedad de Escritores en 1957, y del Premio Nacional de Literatura en 1964, Francisco Coloane es sin lugar a dudas uno de los escritores chilenos de mayor relevancia, tanto en el país como en el extranjero, lo que se ha visto ratificado en el reciente éxito de sus obras en Europa, así como en la reedición de algunos de sus textos en Chile, como El guanaco blanco.
Considerado uno de los más importantes narradores nacionales, Francisco Coloane nació en el sureño pueblo de Quemchi, Chiloé, el 19 de julio de 1910. Hijo de un capitán de barcos balleneros y de una pequeña propietaria agrícola, Francisco Coloane cursó sus primeros estudios en las escuelas locales de Quemchi, para luego ingresar al Seminario de Ancud, donde realizó estudios equivalentes al segundo año de educación media.
Aun antes de terminar sus estudios, comenzó a trabajar como secretario, al tiempo que publicaba sus primeros relatos en revistas y diarios de la región. Más tarde, en 1929, fue contratado como aprendiz de capataz en una estancia ganadera de Tierra del Fuego, experiencia que dió tema a gran parte de su obra, y que se sumó a las labores que desarrolló como escribiente de la Armada de Chile y miembro de las expediciones petrolíferas realizadas en la provincia de Magallanes.
Integrante de la Generación Literaria de 1938 y poseedor de una prosa potente, Coloane manifiesta en sus textos la lucha continua del hombre y su entorno, siempre situado en las regiones inhóspitas del sur chileno o en las soledades de alta mar, como se ve en dos de sus libros más reconocidos, Cabo de Hornos (1941) y El último grumete de La Baquedano (1941). Estos tópicos se manifiestan también en sus volúmenes de cuentos, como Golfo de Penas (1945) y El chilote Otey y otros relatos (1971), y en sus incursiones en la dramaturgia, como La Tierra del Fuego se apaga (1945).
Su obra ha sido objeto de múltiples comentarios y artículos de prensa; y él, llamado por la crítica europea como "Jack London de Sudamérica", a raíz de las cercanías temáticas que mantiene con el escritor norteamericano, en especial en lo que se refiere al retrato del hombre frente a una naturaleza aún indómita e inexplorada, principal fuente de inspiración de ambos autores.
Francisco Coloane realizó también una prolífica tarea como periodista y redactor de diversos medios de prensa, escribiendo numerosos artículos y notas para medios como La Crónica, El Siglo y la revista Zig-Zag, de la cual fue redactor político. Tampoco resulta menor su actuación gremial, que lo llevó a la presidencia de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y a una continua participación tanto en esta asociación como en el Colegio de Periodistas, del cual fue miembro.
Ganador del Premio de la Sociedad de Escritores en 1957, y del Premio Nacional de Literatura en 1964, Francisco Coloane es sin lugar a dudas uno de los escritores chilenos de mayor relevancia, tanto en el país como en el extranjero, lo que se ha visto ratificado en el reciente éxito de sus obras en Europa, así como en la reedición de algunos de sus textos en Chile, como El guanaco blanco.