Una noche se desató una furiosa tempestad. Los truenos retumbaban en las montañas vecinas y el viento rugía en los tejados de las chozas. La mujer y sus hijos se abrazaron llenos de temor. ... La pobre mujer acudió desconsolada y no quiso moverse en todo el día, esperando que extrajeran a su hijo
Respuesta:
Una noche se desató una furiosa tempestad. Los truenos retumbaban en las montañas vecinas y el viento rugía en los tejados de las chozas. La mujer y sus hijos se abrazaron llenos de temor. ... La pobre mujer acudió desconsolada y no quiso moverse en todo el día, esperando que extrajeran a su hijo
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