El Imperio portugués es el nombre que recibe el conjunto de Portugal y sus territorios, en diferentes fases y extensión, desde el siglo XV hasta el siglo XX; se formó en la Era de los descubrimientos, durante la cual ocupó un lugar predominante conjuntamente con el Imperio español, siendo una de las más poderosas y ricas potencias de la época. Las primeras colonias portuguesas al sur del Sahara (después de las bases norteafricanas anteriores) se establecieron primero en el oeste africano, en la India y en el este de África, desde el final del siglo XV. Este imperio, que se extendió por el mundo en la primera mitad del siglo XVI, desde Brasil hasta las Molucas y el enclave comercial de Nagasaki, estaba conformado, sobre todo durante su primera fase, por las ciudades propiamente portuguesas (Goa, p.e.); las factorías comerciales, o construcciones en ciudades bajo protectorado portugués o no portuguesas, realizadas exclusivamente para el comercio (Chittagong, p.e.) y las bases comerciales, o zonas de intercambio directo (ciudades no portuguesas sin edificios cuyo mercado lo realizaban desde las propias cargas del barco).
Explicación:
El Imperio portugués es el nombre que recibe el conjunto de Portugal y sus territorios, en diferentes fases y extensión, desde el siglo XV hasta el siglo XX; se formó en la Era de los descubrimientos, durante la cual ocupó un lugar predominante conjuntamente con el Imperio español, siendo una de las más poderosas y ricas potencias de la época. Las primeras colonias portuguesas al sur del Sahara (después de las bases norteafricanas anteriores) se establecieron primero en el oeste africano, en la India y en el este de África, desde el final del siglo XV. Este imperio, que se extendió por el mundo en la primera mitad del siglo XVI, desde Brasil hasta las Molucas y el enclave comercial de Nagasaki, estaba conformado, sobre todo durante su primera fase, por las ciudades propiamente portuguesas (Goa, p.e.); las factorías comerciales, o construcciones en ciudades bajo protectorado portugués o no portuguesas, realizadas exclusivamente para el comercio (Chittagong, p.e.) y las bases comerciales, o zonas de intercambio directo (ciudades no portuguesas sin edificios cuyo mercado lo realizaban desde las propias cargas del barco).