El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958 fue un golpe de estado en Venezuela por medio del cual se puso fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez quien se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial «La Vaca Sagrada».
El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno. Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil. Pero el movimiento popular iba en ascenso; densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. En las calles se suceden manifestaciones y motines.
El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958 fue un golpe de estado en Venezuela por medio del cual se puso fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez quien se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial «La Vaca Sagrada».
El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno. Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil. Pero el movimiento popular iba en ascenso; densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. En las calles se suceden manifestaciones y motines.