"Es muy difícil de explicar, pero perder el sentido del olfato te deja sintiendo como un espectador de tu propia vida, como si la estuvieras viendo a través de un cristal", intenta explicar.
"Te hace sentir que no estás completamente inmerso en el mundo que te rodea y te quita mucho del color de la vida. Es aislado y solitario".
Al igual que Boak, el británico doble medallista olímpico de remo James Cracknell sufrió una lesión cerebral. Un camión cisterna lo golpeó mientras participaba en una competencia en Estados Unidos años después de conseguir su hazaña olímpica. Ahora es no es muy capaz de oler o degustar.
Comer es algo que él solo hace para sobrevivir, como echarle combustible a un auto. No siente ningún placer.
Según los expertos, la falta de gusto, conocida como ageusia, es muy rara y tiene mucho menos impacto en el día a día que la falta de olfato.
La mayoría de la gente que piensa que ha perdido el gusto lo que ha perdido es el del olfato. Es conocido como anosmia, y el impacto físico y psicológico puede ser devastador y de largo alcance.
"Estudios demuestran que las personas que pierden su sentido del olfato terminan con mayor depresión severa durante períodos más largos de tiempo que quienes pierden la vista", explica el profesor Barry C. Smith, co director y fundador del Centro para el estudio de los sentidos.
"El olfato es un sentido tan infravalorado. Perderlo no sólo te quita el placer de comer; ningún lugar o persona te olerá familiar. También está muy ligado a la memoria. Perder una cualidad emocional de tu vida es algo increíblemente difícil de lidiar".
"Es muy difícil de explicar, pero perder el sentido del olfato te deja sintiendo como un espectador de tu propia vida, como si la estuvieras viendo a través de un cristal", intenta explicar.
"Te hace sentir que no estás completamente inmerso en el mundo que te rodea y te quita mucho del color de la vida. Es aislado y solitario".
Al igual que Boak, el británico doble medallista olímpico de remo James Cracknell sufrió una lesión cerebral. Un camión cisterna lo golpeó mientras participaba en una competencia en Estados Unidos años después de conseguir su hazaña olímpica. Ahora es no es muy capaz de oler o degustar.
Comer es algo que él solo hace para sobrevivir, como echarle combustible a un auto. No siente ningún placer.
Según los expertos, la falta de gusto, conocida como ageusia, es muy rara y tiene mucho menos impacto en el día a día que la falta de olfato.
La mayoría de la gente que piensa que ha perdido el gusto lo que ha perdido es el del olfato. Es conocido como anosmia, y el impacto físico y psicológico puede ser devastador y de largo alcance.
"Estudios demuestran que las personas que pierden su sentido del olfato terminan con mayor depresión severa durante períodos más largos de tiempo que quienes pierden la vista", explica el profesor Barry C. Smith, co director y fundador del Centro para el estudio de los sentidos.
"El olfato es un sentido tan infravalorado. Perderlo no sólo te quita el placer de comer; ningún lugar o persona te olerá familiar. También está muy ligado a la memoria. Perder una cualidad emocional de tu vida es algo increíblemente difícil de lidiar".
Salu2!! ^^