Todas nuestras células han sido programadas desde el nacimiento para vivir un periodo específico de tiempo, pero no todas lo alcanzan ya que algunas viven durante un tiempo relativamente breve.
La vida nos expone a gran numero de sustancias nocivas que dañan nuestras células, esto nos conlleva al desarrollo de enfermedades crónicas que acortan su duración como arteriosclerosis, artritis, diabetes, demencias y cáncer, así como también el proceso biológico del envejecimiento que esta asociado al daño oxidativo.
El organismo dispone de un complejo mecanismo de defensa en el que las vitaminas, los minerales desempeñan un papel fundamental. Este mecanismo de defensa se conoce como sistema antioxidante.
Los antioxidantes vienen a ser sustancias que reaccionan químicamente con los radicales libres haciéndolos inocuos y al mismo tiempo impidiendo su creación que es la causante de muerte celular.
El selenio, el zinc, cobre, magnesio, la vitamina E (alfa-tocoferol), vitamina C (ácido ascórbico), beta-caroteno (pro vitamina A) son algunos de los antioxidantes eficaces que mencionaremos y que protegen a nuestras células de la descomposición.
Todas nuestras células han sido programadas desde el nacimiento para vivir un periodo específico de tiempo, pero no todas lo alcanzan ya que algunas viven durante un tiempo relativamente breve.
La vida nos expone a gran numero de sustancias nocivas que dañan nuestras células, esto nos conlleva al desarrollo de enfermedades crónicas que acortan su duración como arteriosclerosis, artritis, diabetes, demencias y cáncer, así como también el proceso biológico del envejecimiento que esta asociado al daño oxidativo.
El organismo dispone de un complejo mecanismo de defensa en el que las vitaminas, los minerales desempeñan un papel fundamental. Este mecanismo de defensa se conoce como sistema antioxidante.
Los antioxidantes vienen a ser sustancias que reaccionan químicamente con los radicales libres haciéndolos inocuos y al mismo tiempo impidiendo su creación que es la causante de muerte celular.
El selenio, el zinc, cobre, magnesio, la vitamina E (alfa-tocoferol), vitamina C (ácido ascórbico), beta-caroteno (pro vitamina A) son algunos de los antioxidantes eficaces que mencionaremos y que protegen a nuestras células de la descomposición.