Nuestro corazón se adapta al ritmo que le imponemos, cuando se realiza un trabajo intenso la respiración se agita y el pulso se acelera. Mientras que en periodos de inactividad, como puede ser en reposo o durante el sueño, la respiración se relaja y as pulsaciones no pasan de 60.
Nuestro corazón se adapta al ritmo que le imponemos, cuando se realiza un trabajo intenso la respiración se agita y el pulso se acelera. Mientras que en periodos de inactividad, como puede ser en reposo o durante el sueño, la respiración se relaja y as pulsaciones no pasan de 60.