sofigarzonvilla Las enzimas son moléculas, creadas por nuestro propio cuerpo, que catalizan las miles de reacciones químicas que producimos y que resultan cruciales para nuestra vida. La carencia de alguna enzima puede dificultar el funcionamiento del metabolismo y del proceso digestivo.
Una alimentación deficiente, las alteraciones gastrointestinales y el propio envejecimiento pueden afectar a la producción de enzimas. Un ejemplo de déficit enzimático es el de la lactasa, que explica la intolerancia a la lactosa.
Cada enzima tiene una función específica, desde el transporte de nutrientes o la eliminación de desechos tóxicos, hasta la purificación de la sangre en el hígado o la nutrición del cerebro. Hay muchas: reducen la tensión de las paredes de estómago e intestino, mejoran la función digestiva, refuerzan el sistema inmunitario y pueden contribuir a controlar dolencias relacionadas con la inflamación crónica.
Las enzimas digestivas son las que rompen los polímeros presentes en los alimentos de las moléculas más pequeñas para que puedan ser absorbidas con facilidad. Las enzimas digestivas se encuentran en el tubo digestivo de los animales donde colaboran en la digestión del alimento, así como en el interior de las células, sobre todo en los lisosomas. Existen enzimas digestivas en la saliva, en el jugo gástrico, en el jugo pancreático y en las secreciones intestinales.
Las enzimas son moléculas, creadas por nuestro propio cuerpo, que catalizan las miles de reacciones químicas que producimos y que resultan cruciales para nuestra vida. La carencia de alguna enzima puede dificultar el funcionamiento del metabolismo y del proceso digestivo.
Una alimentación deficiente, las alteraciones gastrointestinales y el propio envejecimiento pueden afectar a la producción de enzimas. Un ejemplo de déficit enzimático es el de la lactasa, que explica la intolerancia a la lactosa.
Cada enzima tiene una función específica, desde el transporte de nutrientes o la eliminación de desechos tóxicos, hasta la purificación de la sangre en el hígado o la nutrición del cerebro. Hay muchas: reducen la tensión de las paredes de estómago e intestino, mejoran la función digestiva, refuerzan el sistema inmunitario y pueden contribuir a controlar dolencias relacionadas con la inflamación crónica.
Las enzimas digestivas son las que rompen los polímeros presentes en los alimentos de las moléculas más pequeñas para que puedan ser absorbidas con facilidad. Las enzimas digestivas se encuentran en el tubo digestivo de los animales donde colaboran en la digestión del alimento, así como en el interior de las células, sobre todo en los lisosomas. Existen enzimas digestivas en la saliva, en el jugo gástrico, en el jugo pancreático y en las secreciones intestinales.
ESPERO QUE TE SIRVA.....