La patria es la tierra donde nacimos, donde esperamos morir, y donde están enterrados nuestros padres, nuestros abuelos y nuestros demás ancestros, donde se levantan nuestros hijos, donde tenemos nuestros viejos amigos, donde trabajemos y ganemos el pan para vivir. En una palabra la Patria es como nuestra madre, y si ésta le debemos la vida, ella nos da la vida cívica, y por eso debemos honrarla y construir en todo instante a su engrandecimiento.
La honramos en sus símbolos principales, la bandera, el escudo y el himno nacional. La engrandecemos observando rigurosamente sus leyes; respetando a las autoridades legítimamente establecidas; prestando nuestro servicio militar; trabajando por su progreso; participando en las elecciones; pagando cumplidamente nuestros impuestos; atendiendo el llamado de su defensa en las horas de conflicto internacional cuidando de sus mares, sus ríos, sus bosques, montañas, monumentos y bellezas naturales; absteniéndonos de todo acto de depredación contra la flora y la fauna que vive y vegeta en su reino territorio; y en fin contribuyendo en la medida de nuestros recursos al sostenimiento de obras de cultura y de beneficencia.
La patria es la tierra donde nacimos, donde esperamos morir, y donde están enterrados nuestros padres, nuestros abuelos y nuestros demás ancestros, donde se levantan nuestros hijos, donde tenemos nuestros viejos amigos, donde trabajemos y ganemos el pan para vivir. En una palabra la Patria es como nuestra madre, y si ésta le debemos la vida, ella nos da la vida cívica, y por eso debemos honrarla y construir en todo instante a su engrandecimiento.
La honramos en sus símbolos principales, la bandera, el escudo y el himno nacional. La engrandecemos observando rigurosamente sus leyes; respetando a las autoridades legítimamente establecidas; prestando nuestro servicio militar; trabajando por su progreso; participando en las elecciones; pagando cumplidamente nuestros impuestos; atendiendo el llamado de su defensa en las horas de conflicto internacional cuidando de sus mares, sus ríos, sus bosques, montañas, monumentos y bellezas naturales; absteniéndonos de todo acto de depredación contra la flora y la fauna que vive y vegeta en su reino territorio; y en fin contribuyendo en la medida de nuestros recursos al sostenimiento de obras de cultura y de beneficencia.