La evangelización en la Nueva España, también llamada por Robert Ricard conquista espiritual,1 fue un proceso histórico que implicó mediante la predicación, enseñanza e implantación de la fe católica en los territorios de la Nueva España y la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión de la Monarquía hispánica y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia de Roma un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe para los infieles.
En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por la Monarquía hispánica para tres fines fundamentales: la salvación eterna, el credo católico y su integración a los usos occidentales.
España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo.
Los reyes hispanos desde los Carlos I fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo como protagonistas principales a los frailes de las llamadas órdenes mendicantes, las cuales además de atender la espiritualidad nativa con notables soluciones y métodos -que incluyeron esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, música, teatro, traducción de textos y aprendizaje de lenguas indígenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo..
Respuesta:
pues. nada porque de todos modos les violaron las leyes k ellos tenían
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La evangelización en la Nueva España, también llamada por Robert Ricard conquista espiritual,1 fue un proceso histórico que implicó mediante la predicación, enseñanza e implantación de la fe católica en los territorios de la Nueva España y la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión de la Monarquía hispánica y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia de Roma un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe para los infieles.
En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por la Monarquía hispánica para tres fines fundamentales: la salvación eterna, el credo católico y su integración a los usos occidentales.
España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo.
Los reyes hispanos desde los Carlos I fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo como protagonistas principales a los frailes de las llamadas órdenes mendicantes, las cuales además de atender la espiritualidad nativa con notables soluciones y métodos -que incluyeron esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, música, teatro, traducción de textos y aprendizaje de lenguas indígenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo..