Lo realmente espeluznante es el cuidado que el Congo siempre pone al trabajar en el periódico. Rara vez el cepillo se sale del borde. Y también comprende claramente la noción de equilibrio. Si una rosa tiene un azul en un lado y necesita otro azul en el otro lado, agregará uno. También es espectacular la ausencia de turbidez, de colores mezclados con lodo mediante un fregado sin sentido. Cuando se trata de pigmentos, Congo es un purista.
Se me da la idea que habla sobre el pigmento de lo los colores, que que no es un color definitivo, sino pues, ya la palabra, son pigmentos, o sea como por partes¿
Se me da la idea que habla sobre el pigmento de lo los colores, que que no es un color definitivo, sino pues, ya la palabra, son pigmentos, o sea como por partes¿