Estas lenguas se hablaban y se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo Imperio romano. Los términos romance y Romania proceden efectivamente del adverbio romanice, "en romano", desde el adjetivo latino romanicus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas. Pues, romanice loqui, "para hablar en romano" (eso es, el dialecto vernáculo latín) es en contraste con latine loqui, "para hablar en latín" (latín medieval, la versión conservadora de la lengua usado en escrituras y contextos formales o como una lengua franca), y con barbarice loqui, "para hablar en bárbaro" (las lenguas no latinas de los pueblos de los lugares externos del Imperio Romano).
Estas lenguas se hablaban y se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo Imperio romano. Los términos romance y Romania proceden efectivamente del adverbio romanice, "en romano", desde el adjetivo latino romanicus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas. Pues, romanice loqui, "para hablar en romano" (eso es, el dialecto vernáculo latín) es en contraste con latine loqui, "para hablar en latín" (latín medieval, la versión conservadora de la lengua usado en escrituras y contextos formales o como una lengua franca), y con barbarice loqui, "para hablar en bárbaro" (las lenguas no latinas de los pueblos de los lugares externos del Imperio Romano).