Cuando observo un volcán como el Cotopaxi en su máximo esplendor siento admiración, alegría, respeto y un sentimiento de pequeñez, es decir, el observar un volcán como este me demuestra lo fuerte que es la naturaleza y lo pequeño que es el hombre respecto al mundo.
Ver a la naturaleza en su máximo esplendor permite reflexionar del por qué estamos aquí y todo lo que la Tierra paso para llegar a ser lo que es.
Verified answer
Cuando observo un volcán como el Cotopaxi en su máximo esplendor siento admiración, alegría, respeto y un sentimiento de pequeñez, es decir, el observar un volcán como este me demuestra lo fuerte que es la naturaleza y lo pequeño que es el hombre respecto al mundo.
Ver a la naturaleza en su máximo esplendor permite reflexionar del por qué estamos aquí y todo lo que la Tierra paso para llegar a ser lo que es.