“El uso de internet comienza a suponer un problema cuando la persona utiliza las plataformas o dispositivos de forma desmesurada y esto interfiere con sus actividades diarias”, explica la psicóloga Beatriz Canseco de la Rosa.
“Puede considerarse que una persona es adicta a internet cuando pierde el control sobre el tiempo que le dedica y tiene la necesidad de estar conectada a sus aplicaciones y pendiente de sus dispositivos. Además, hay una notoria pérdida de interés por llevar a cabo otras actividades”, añade.
Los especialistas del Hospital Clínico de Barcelona añaden que las personas con adicción a internet muestran señales de irritabilidad y malestar cuando no pueden acceder a la red, estado que se conoce como abstinencia –lo que, literalmente, es como quitarle la droga a un drogadicto–. Además, las personas que tienen este problema experimentan una fuerte necesidad de ir aumentando el tiempo de conexión para poder sentirse satisfechas: lo cual agrava el problema.
“Los que con más frecuencia hacen un uso abusivo de internet (por franja de edad) son los adolescentes y jóvenes”, apunta Beatriz Canseco, quien indica que “un gran factor de riesgo son los aspectos emocionales y de personalidad”, pues “las personas más propensas a la adicción a internet son aquellas con dificultades para relacionarse socialmente y/o aquellas con una baja autoestima o bajo estado de ánimo”.
La psicóloga advierte que las actividades que más ‘enganchan’ a las personas en internet son las redes sociales y los juegos en línea.
Desde el Servicio de Prevención y Tratamiento de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid subrayan que el fácil acceso a las apuestas y juegos de azar suponen un riesgo descomunal, pues la posibilidad de hacer apuestas con poco dinero lleva a los jóvenes a creer que el riesgo es bajo, ahí está precisamente el gancho y el riesgo de terminar volviéndose unos adictos sin control.
En cuanto a la adicción a las redes sociales, Beatriz Canseco señala que suplir los episodios de soledad o carencias afectivas, así como la búsqueda de reconocimiento y aceptación social son sus principales razones.
“En algunos casos puede utilizarse el consumo abusivo de redes sociales como una vía de escape para desconectar de las situaciones problemáticas del día a día. Otra razón importante es la recompensa que ofrecen las redes sociales a la hora de conseguir ‘aprobación’ (los famosos ‘me gusta’)” y entretenimiento.
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“El uso de internet comienza a suponer un problema cuando la persona utiliza las plataformas o dispositivos de forma desmesurada y esto interfiere con sus actividades diarias”, explica la psicóloga Beatriz Canseco de la Rosa.
“Puede considerarse que una persona es adicta a internet cuando pierde el control sobre el tiempo que le dedica y tiene la necesidad de estar conectada a sus aplicaciones y pendiente de sus dispositivos. Además, hay una notoria pérdida de interés por llevar a cabo otras actividades”, añade.
Los especialistas del Hospital Clínico de Barcelona añaden que las personas con adicción a internet muestran señales de irritabilidad y malestar cuando no pueden acceder a la red, estado que se conoce como abstinencia –lo que, literalmente, es como quitarle la droga a un drogadicto–. Además, las personas que tienen este problema experimentan una fuerte necesidad de ir aumentando el tiempo de conexión para poder sentirse satisfechas: lo cual agrava el problema.
“Los que con más frecuencia hacen un uso abusivo de internet (por franja de edad) son los adolescentes y jóvenes”, apunta Beatriz Canseco, quien indica que “un gran factor de riesgo son los aspectos emocionales y de personalidad”, pues “las personas más propensas a la adicción a internet son aquellas con dificultades para relacionarse socialmente y/o aquellas con una baja autoestima o bajo estado de ánimo”.
La psicóloga advierte que las actividades que más ‘enganchan’ a las personas en internet son las redes sociales y los juegos en línea.
Desde el Servicio de Prevención y Tratamiento de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid subrayan que el fácil acceso a las apuestas y juegos de azar suponen un riesgo descomunal, pues la posibilidad de hacer apuestas con poco dinero lleva a los jóvenes a creer que el riesgo es bajo, ahí está precisamente el gancho y el riesgo de terminar volviéndose unos adictos sin control.
En cuanto a la adicción a las redes sociales, Beatriz Canseco señala que suplir los episodios de soledad o carencias afectivas, así como la búsqueda de reconocimiento y aceptación social son sus principales razones.
“En algunos casos puede utilizarse el consumo abusivo de redes sociales como una vía de escape para desconectar de las situaciones problemáticas del día a día. Otra razón importante es la recompensa que ofrecen las redes sociales a la hora de conseguir ‘aprobación’ (los famosos ‘me gusta’)” y entretenimiento.