Escucha atentamente a tu hijo. Mantén contacto visual natural cuando habla.
Espera a que tu hijo diga la palabra que está intentando decir. No interrumpas para completar la oración o el pensamiento.
Reserva tiempo para hablar con tu hijo sin distracciones. La hora de las comidas puede ser una buena oportunidad para conversar.
Habla lentamente, sin apuro. Si hablas de esta manera, tu hijo a menudo hará lo mismo, lo que puede ayudar a disminuir el tartamudeo.
Habla por turnos. Motiva a todos los integrantes de la familia a escuchar bien y hablar por turnos.
Procura un ambiente de calma. Haz lo posible por crear una atmósfera relajada y calma en el hogar en la que tu hijo se sienta cómodo para hablar libremente.
No te concentres en el tartamudeo de tu hijo. Intenta no dirigir la atención al tartamudeo durante las interacciones diarias. No expongas a tu hijo a situaciones que generen un sentido de urgencia, presión o necesidad de apurarse, o que requieran que tu hijo hable frente a otras personas.
Ofrece elogios en lugar de críticas. Es mejor elogiar a tu hijo por hablar claramente que dirigir la atención al tartamudeo. Si decides corregir el habla de tu hijo, hazlo de manera amable y positiva.
Acepta a tu hijo tal como es. No reacciones negativamente ni critiques o castigues a tu hijo por tartamudear. Esto puede incrementar sus sentimientos de inseguridad y timidez. El apoyo y el aliento pueden marcar una gran diferencia.
Respuesta:
Escucha atentamente a tu hijo. Mantén contacto visual natural cuando habla.
Espera a que tu hijo diga la palabra que está intentando decir. No interrumpas para completar la oración o el pensamiento.
Reserva tiempo para hablar con tu hijo sin distracciones. La hora de las comidas puede ser una buena oportunidad para conversar.
Habla lentamente, sin apuro. Si hablas de esta manera, tu hijo a menudo hará lo mismo, lo que puede ayudar a disminuir el tartamudeo.
Habla por turnos. Motiva a todos los integrantes de la familia a escuchar bien y hablar por turnos.
Procura un ambiente de calma. Haz lo posible por crear una atmósfera relajada y calma en el hogar en la que tu hijo se sienta cómodo para hablar libremente.
No te concentres en el tartamudeo de tu hijo. Intenta no dirigir la atención al tartamudeo durante las interacciones diarias. No expongas a tu hijo a situaciones que generen un sentido de urgencia, presión o necesidad de apurarse, o que requieran que tu hijo hable frente a otras personas.
Ofrece elogios en lugar de críticas. Es mejor elogiar a tu hijo por hablar claramente que dirigir la atención al tartamudeo. Si decides corregir el habla de tu hijo, hazlo de manera amable y positiva.
Acepta a tu hijo tal como es. No reacciones negativamente ni critiques o castigues a tu hijo por tartamudear. Esto puede incrementar sus sentimientos de inseguridad y timidez. El apoyo y el aliento pueden marcar una gran diferencia.
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