No existe una relación establecida entre la manifestación de caracteres homocigotos o heterocigotos con respecto a la simetria de la cara.
Los caracteres morfológicos determinados geneticamente tienen que ver con forma y tamaño de la nariz o de las orejas, forma, color o disposición de las cejas, color de la piel, entre otros, determinados de acuerdo a los alelos dominantes o recesivos que se manifiesten.
La simetria facial no es un rasgo heredable, es decir, no hay un caracter específico que determine que ambos lados de la cara sean simétricos o no, por lo que esta característica no es genética, sino adquirida.
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No existe una relación establecida entre la manifestación de caracteres homocigotos o heterocigotos con respecto a la simetria de la cara.
Los caracteres morfológicos determinados geneticamente tienen que ver con forma y tamaño de la nariz o de las orejas, forma, color o disposición de las cejas, color de la piel, entre otros, determinados de acuerdo a los alelos dominantes o recesivos que se manifiesten.
La simetria facial no es un rasgo heredable, es decir, no hay un caracter específico que determine que ambos lados de la cara sean simétricos o no, por lo que esta característica no es genética, sino adquirida.