Dentro de tu mente se graba lo que has visto, oído, hecho y experimentado a lo largo de toda tu vida. Esa información entra en tu consciente pero a medida que va pasando el tiempo va pasando del consciente, al preconsciente o subconsciente y al final acaba en tu inconsciente.
Esto es porque la mente tiene que dejar libre la parte consciente, o sea la conciencia, para poder recibir nuevos estímulos o “inputs” y así poder seguir aprendiendo.
Así cada parte de la mente tiene sus funciones específicas:
La mente Consciente: Es aquella parte de la mente que se encarga de percibir la realidad de la que el sujeto se da cuenta y que puede describir sin esfuerzo. La percepción, los recuerdos, los pensamientos…
La mente Subconsciente o Preconsciente: Conoce las cosas que has sabido, pero que temporalmente has olvidado ya en tu consciente. Con un poco de esfuerzo puedes volver a recordar y traerlas al campo de lo consciente.
La mente Inconsciente : Es la sección mental más grande (6/7 partes de la mente) y oculta de la mente donde reposan innumerables experiencias que has vivido desde la niñez y que son imposibles de recordar. Están presentes en forma de impulsos, impresiones, pensamientos incontrolados y recuerdos reprimidos: activos e impulsivos.
En el mundo espiritual, es precisamente en el inconsciente donde se cree que esta tu verdadero yo, es el lugar de donde reaccionas, las cosas que permites que lleguen a este lugar te afectarán toda la vida.
La mente subconsciente es muy simbólica y metafórica. Los síntomas o manifestaciones externas como enfermedades, adicciones, conductas destructivas o de cualquier otro tipo se ven como metáforas simbólicas de la experiencia interna de una persona y se presentan como soluciones inconscientes a los conflictos internos. Por ejemplo, cuando una persona le gustaría hacer una cosa y por una razón u otra nunca puede hacerla ya que no puede dejar de hacer otra, indicaría que hay un conflicto entre la mente consciente y una parte de la mente subconsciente. En otras palabras, una parte de mí es consciente de que otra parte de mi está haciendo algo que conscientemente no apruebo y además es algo que incluso puede interferir en mis objetivos o en mis necesidades.
Este conflicto te crea ansiedad que cada vez se intensifica hasta que la mente subconsciente emplea una solución como mecanismos de defensa para que tú puedas seguir con normalidad pero en verdad el conflicto no está resuelto, sino que está enmascarado.
Una forma de llevar la cuenta de aquellas cosas subconscientes que te mantienen estancado es llevar un diario de todo lo que haces y piensas con respecto a un tema concreto. Eso hará que tomes consciencia, es decir, que puedas hacer consciente aquello que para ti en algunos momentos se vuelve inconsciente o subconsciente y así poderlo arreglar, ya que seguramente existirá una incoherencia o un conflicto interno.
Ahora que ya sabes y tienes mucho más claro cómo funciona tu mente y sus partes, te aseguro que vas a estar mucho más pendiente de lo que ocurre en tu día a día y quizás empieces a darte cuenta de aquello que no te gusta en tu vida para así poderlo cambiar.
Dentro de tu mente se graba lo que has visto, oído, hecho y experimentado a lo largo de toda tu vida.
Esa información entra en tu consciente pero a medida que va pasando el tiempo va pasando del consciente, al preconsciente o subconsciente y al final acaba en tu inconsciente.
Esto es porque la mente tiene que dejar libre la parte consciente, o sea la conciencia, para poder recibir nuevos estímulos o “inputs” y así poder seguir aprendiendo.
Así cada parte de la mente tiene sus funciones específicas:
La mente Consciente: Es aquella parte de la mente que se encarga de percibir la realidad de la que el sujeto se da cuenta y que puede describir sin esfuerzo. La percepción, los recuerdos, los pensamientos…
La mente Subconsciente o Preconsciente: Conoce las cosas que has sabido, pero que temporalmente has olvidado ya en tu consciente. Con un poco de esfuerzo puedes volver a recordar y traerlas al campo de lo consciente.
La mente Inconsciente : Es la sección mental más grande (6/7 partes de la mente) y oculta de la mente donde reposan innumerables experiencias que has vivido desde la niñez y que son imposibles de recordar. Están presentes en forma de impulsos, impresiones, pensamientos incontrolados y recuerdos reprimidos: activos e impulsivos.
En el mundo espiritual, es precisamente en el inconsciente donde se cree que esta tu verdadero yo, es el lugar de donde reaccionas, las cosas que permites que lleguen a este lugar te afectarán toda la vida.
La mente subconsciente es muy simbólica y metafórica. Los síntomas o manifestaciones externas como enfermedades, adicciones, conductas destructivas o de cualquier otro tipo se ven como metáforas simbólicas de la experiencia interna de una persona y se presentan como soluciones inconscientes a los conflictos internos. Por ejemplo, cuando una persona le gustaría hacer una cosa y por una razón u otra nunca puede hacerla ya que no puede dejar de hacer otra, indicaría que hay un conflicto entre la mente consciente y una parte de la mente subconsciente. En otras palabras, una parte de mí es consciente de que otra parte de mi está haciendo algo que conscientemente no apruebo y además es algo que incluso puede interferir en mis objetivos o en mis necesidades.
Este conflicto te crea ansiedad que cada vez se intensifica hasta que la mente subconsciente emplea una solución como mecanismos de defensa para que tú puedas seguir con normalidad pero en verdad el conflicto no está resuelto, sino que está enmascarado.
Una forma de llevar la cuenta de aquellas cosas subconscientes que te mantienen estancado es llevar un diario de todo lo que haces y piensas con respecto a un tema concreto. Eso hará que tomes consciencia, es decir, que puedas hacer consciente aquello que para ti en algunos momentos se vuelve inconsciente o subconsciente y así poderlo arreglar, ya que seguramente existirá una incoherencia o un conflicto interno.
Ahora que ya sabes y tienes mucho más claro cómo funciona tu mente y sus partes, te aseguro que vas a estar mucho más pendiente de lo que ocurre en tu día a día y quizás empieces a darte cuenta de aquello que no te gusta en tu vida para así poderlo cambiar.