La guerra santa es una guerra que se hace por motivos religiosos, y que con frecuencia supone una recompensa espiritual para quienes participan o mueren en ella.
Respuesta:En el Cantar de mio Cid aparece un personaje musulmán, Avengalvón, que es presentado como alcaide de Molina y que a lo largo de la composición se nos muestra como un amigo fiel de Rodrigo Díaz de Vivar. Esta relación de fidelidad y amistad entre el héroe castellano y el gobernante andalusí se manifiesta explícitamente no sólo en el comportamiento leal, amable y solícito con el que obsequia a la familia y a los vasallos del Cid cuando pasan por las tierras de aquel, sino también en los epítetos muy positivos con los que a lo largo del texto se determina la naturaleza de dicha relación: mio amigo natural, amigo sodes sin falla… En una de las caracterizaciones de Avengalvón, al referirse al camino que han de seguir la mujer y las hijas del Cid en su desplazamiento a Valencia, Rodrigo menciona el paso por Molina y dice de su alcaide que mio amigo es de paz.
Respecto a esta última consideración, los especialistas han señalado que con dicha expresión el poeta alude a la existencia de un pacto o de una alianza política entre el alcaide musulmán de la localidad y el Cid Campeador, al tiempo que Avengalvón representaría un buen ejemplo de convivencia entre los cristianos y musulmanes peninsulares. Más aún, este ejemplo vendría a demostrarle al público del Cantar que había dirigentes políticos musulmanes cuyo cabal comportamiento contrastaba con el indigno, desleal y traidor de algunos nobles cristianos, como era el caso de los infantes de Carrión.
La figura de un dirigente musulmán que mantiene una alianza o un pacto político y militar con Rodrigo Díaz no es algo que sorprenda a nadie que tenga un cierto conocimiento de la biografía cidiana: bien conocidas son, por ejemplo, las estrechas relaciones que el Cid mantuvo con los reyes taifa de Zaragoza durante su destierro de Castilla entre 1081 y 1086. Como jefe guerrero cuyos servicios habían sido contratados por los dirigentes andalusíes, Rodrigo tuvo que enfrentarse con diversos poderes, tanto musulmanes como cristianos, que competían por el control de la zona: estando al servicio de Yūsuf al-Mu’tamin de Zaragoza, en 1082 derrotó en Almenar al rey taifa de Lérida, al-Munḏir, y a su aliado, el conde de Barcelona, cuando pretendían conquistar aquel castillo. Dos años más tarde, volvería a alcanzar otra victoria campal en Morella, una vez más defendiendo los intereses del gobernante zaragozano, al-Mu’tamin, frente a su rival ilerdense y a su nuevo socio, el rey de Aragón Sancho Ramírez. Por otra parte, entre 1086 y 1088 el Cid, ahora en nombre de Alfonso VI de Castilla, se dedicó a proteger militarmente al rey taifa de Valencia, al-Qādir, lo que le llevaría a chocar tanto con el taifa de Lérida como con el de Zaragoza, apoyado éste por el conde de Barcelona.
Respuesta:
La guerra santa es una guerra que se hace por motivos religiosos, y que con frecuencia supone una recompensa espiritual para quienes participan o mueren en ella.
espero que te ayude
Verified answer
Respuesta:En el Cantar de mio Cid aparece un personaje musulmán, Avengalvón, que es presentado como alcaide de Molina y que a lo largo de la composición se nos muestra como un amigo fiel de Rodrigo Díaz de Vivar. Esta relación de fidelidad y amistad entre el héroe castellano y el gobernante andalusí se manifiesta explícitamente no sólo en el comportamiento leal, amable y solícito con el que obsequia a la familia y a los vasallos del Cid cuando pasan por las tierras de aquel, sino también en los epítetos muy positivos con los que a lo largo del texto se determina la naturaleza de dicha relación: mio amigo natural, amigo sodes sin falla… En una de las caracterizaciones de Avengalvón, al referirse al camino que han de seguir la mujer y las hijas del Cid en su desplazamiento a Valencia, Rodrigo menciona el paso por Molina y dice de su alcaide que mio amigo es de paz.
Respecto a esta última consideración, los especialistas han señalado que con dicha expresión el poeta alude a la existencia de un pacto o de una alianza política entre el alcaide musulmán de la localidad y el Cid Campeador, al tiempo que Avengalvón representaría un buen ejemplo de convivencia entre los cristianos y musulmanes peninsulares. Más aún, este ejemplo vendría a demostrarle al público del Cantar que había dirigentes políticos musulmanes cuyo cabal comportamiento contrastaba con el indigno, desleal y traidor de algunos nobles cristianos, como era el caso de los infantes de Carrión.
La figura de un dirigente musulmán que mantiene una alianza o un pacto político y militar con Rodrigo Díaz no es algo que sorprenda a nadie que tenga un cierto conocimiento de la biografía cidiana: bien conocidas son, por ejemplo, las estrechas relaciones que el Cid mantuvo con los reyes taifa de Zaragoza durante su destierro de Castilla entre 1081 y 1086. Como jefe guerrero cuyos servicios habían sido contratados por los dirigentes andalusíes, Rodrigo tuvo que enfrentarse con diversos poderes, tanto musulmanes como cristianos, que competían por el control de la zona: estando al servicio de Yūsuf al-Mu’tamin de Zaragoza, en 1082 derrotó en Almenar al rey taifa de Lérida, al-Munḏir, y a su aliado, el conde de Barcelona, cuando pretendían conquistar aquel castillo. Dos años más tarde, volvería a alcanzar otra victoria campal en Morella, una vez más defendiendo los intereses del gobernante zaragozano, al-Mu’tamin, frente a su rival ilerdense y a su nuevo socio, el rey de Aragón Sancho Ramírez. Por otra parte, entre 1086 y 1088 el Cid, ahora en nombre de Alfonso VI de Castilla, se dedicó a proteger militarmente al rey taifa de Valencia, al-Qādir, lo que le llevaría a chocar tanto con el taifa de Lérida como con el de Zaragoza, apoyado éste por el conde de Barcelona.
Explicación: