La expresión quechua Santurantikuy, que en castellano significa “Cómprame un santito”, es el emblema de la exposición-venta cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. La evangelización durante la época colonial incorporó celebraciones emblemáticas como la Navidad que conmemora el nacimiento de Jesús.
Esta festividad, una de las más importantes del calendario religioso católico, inspiró a escultores y pintores que se inspiraron en este trascendental acontecimiento para representar al niño Jesús, a la virgen María, a San José y a otras imágenes de santos católicos que, en principio, se exhibían en las escalinatas de la Catedral del Cusco.
La expresión quechua Santurantikuy, que en castellano significa “Cómprame un santito”, es el emblema de la exposición-venta cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. La evangelización durante la época colonial incorporó celebraciones emblemáticas como la Navidad que conmemora el nacimiento de Jesús.
Esta festividad, una de las más importantes del calendario religioso católico, inspiró a escultores y pintores que se inspiraron en este trascendental acontecimiento para representar al niño Jesús, a la virgen María, a San José y a otras imágenes de santos católicos que, en principio, se exhibían en las escalinatas de la Catedral del Cusco.