La relación naturaleza-sociedad y su evolución hacia el ambiente
La naturaleza ha sido objeto de uso, apropiación y explotación para el ser humano y para la sociedad y esto ha impactado de manera negativa en las condiciones de los recursos naturales necesarios para la vida. El abordaje de esta problemática se llevará a cabo mediante la revisión de los inicios y la evolución de la relación naturaleza-sociedad, así como la manera en que estos elementos determinaron una tendencia en el uso y manejo con la generación de impactos negativos que aún hoy no se han podido mitigar.
En este aparte se caracteriza la relación sociedad-naturaleza a partir de las diferentes interacciones históricas de este fenómeno en las que se reconocen el establecimiento de las comunidades sedentarias, el crecimiento de las zonas urbanas, la industrialización, la capitalización de la naturaleza y la globalización.
Desde el punto de vista de los procesos civilizatorios, en principio, la relación que existió entre el hombre y la naturaleza fue recíproca y de mutua transformación en las diversas culturas, representada en una concepción integradora (Martínez, 2001, p. 4) “y unificadora del contenedor y del contenido [que] en lugar de establecer jerarquías, instaura lazos de continuidad y reciprocidad entre lo viviente y lo inerte, como elementos conformadores de una cultura, donde todo se re-crea y se renueva (Grillo, 1993, p. 15)” (Flórez & Mosquera, 2013, p. 86). “Desde la aparición de la especie humana, el hombre está transformando la naturaleza (…) como cualquier otro viviente, el hombre toma recursos para asegurarse su supervivencia y devuelve la materia empleada” (Corte Constitucional, 2012, p. 28).
Dicha concepción refleja vínculos equivalentes en el que nadie, nadie es autosuficiente y en el que se logra la completitud por el concurso de todos (Rengifo, 1993, p. 168), constituyéndose en los derechos de un grupo humano, compuesto por la población de determinado lugar, una especie de perfecta comunidad, quienes son los sujetos activos o pasivos de los derechos humanos, específicamente de los llamados derechos de tercera generación que afectan toda una colectividad y que, por consiguiente, no deberían tener la definición de “tercera generación”, en razón a que, es cuestionable su división en la medida que todos los derechos interactúan entre sí y son interdependientes. (Flórez & Mosquera, 2013, p. 86)
“Preponderantemente, las sociedades nómadas conformadas por tribus recolectoras y cazadoras dependían completamente de las dinámicas ambientales y por lo tanto sostenían una conexión directa entre el orden natural y su bienestar” (Flórez & Mosquera, 2013, p. 85). En la época primitiva el ser humano necesitó de la naturaleza para sobrevivir. Esta relación se caracterizó porque el hombre se proveía de ella mediante lo que cazaba y lo que recolectaba. La agricultura y el sedentarismo determinan características particulares en la interacción ser humano-naturaleza, la cual se orienta hacia la necesidad de proveer una mayor cantidad de alimentos y mejores condiciones de vida para las poblaciones crecientes, lo que incide en el cambio del uso del suelo, la afectación de la diversidad biológica en las plantas y los animales, el consumo de materias primas para la vivienda y la vestimenta.
Luego de la última era glacial y a partir de la revolución agrícola se inicia una nueva sociedad en la que se empieza a desarrollar la habilidad que el ser humano posee, para separar lo externo de lo interno y se genera la expansión del conocimiento. (Flórez & Mosquera, 2013, p. 85)
Varios autores, tales como Rengifo (1993), Ost (1996), Martínez (2001) y Mosquera & Flórez (2009), coinciden en que con la aparición de la agricultura, hace cien mil años, acontecieron grandes cambios: comenzó la domesticación de especies de animales silvestres, surgió la cría y la labranza. A las plantas útiles se les protege de la competencia (hierbas malas) y de los consumidores potenciales, se les brinda aguay nutrientes (fertilizantes), mientras que a los animales se les resguarda de los depredadores y se alimentan para lograr su crecimiento óptimo.
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¿algo más resumido? Unas cuatro líneas no estaríab mal.
La relación naturaleza-sociedad y su evolución hacia el ambiente
La naturaleza ha sido objeto de uso, apropiación y explotación para el ser humano y para la sociedad y esto ha impactado de manera negativa en las condiciones de los recursos naturales necesarios para la vida. El abordaje de esta problemática se llevará a cabo mediante la revisión de los inicios y la evolución de la relación naturaleza-sociedad, así como la manera en que estos elementos determinaron una tendencia en el uso y manejo con la generación de impactos negativos que aún hoy no se han podido mitigar.
En este aparte se caracteriza la relación sociedad-naturaleza a partir de las diferentes interacciones históricas de este fenómeno en las que se reconocen el establecimiento de las comunidades sedentarias, el crecimiento de las zonas urbanas, la industrialización, la capitalización de la naturaleza y la globalización.
Desde el punto de vista de los procesos civilizatorios, en principio, la relación que existió entre el hombre y la naturaleza fue recíproca y de mutua transformación en las diversas culturas, representada en una concepción integradora (Martínez, 2001, p. 4) “y unificadora del contenedor y del contenido [que] en lugar de establecer jerarquías, instaura lazos de continuidad y reciprocidad entre lo viviente y lo inerte, como elementos conformadores de una cultura, donde todo se re-crea y se renueva (Grillo, 1993, p. 15)” (Flórez & Mosquera, 2013, p. 86). “Desde la aparición de la especie humana, el hombre está transformando la naturaleza (…) como cualquier otro viviente, el hombre toma recursos para asegurarse su supervivencia y devuelve la materia empleada” (Corte Constitucional, 2012, p. 28).
Dicha concepción refleja vínculos equivalentes en el que nadie, nadie es autosuficiente y en el que se logra la completitud por el concurso de todos (Rengifo, 1993, p. 168), constituyéndose en los derechos de un grupo humano, compuesto por la población de determinado lugar, una especie de perfecta comunidad, quienes son los sujetos activos o pasivos de los derechos humanos, específicamente de los llamados derechos de tercera generación que afectan toda una colectividad y que, por consiguiente, no deberían tener la definición de “tercera generación”, en razón a que, es cuestionable su división en la medida que todos los derechos interactúan entre sí y son interdependientes. (Flórez & Mosquera, 2013, p. 86)
“Preponderantemente, las sociedades nómadas conformadas por tribus recolectoras y cazadoras dependían completamente de las dinámicas ambientales y por lo tanto sostenían una conexión directa entre el orden natural y su bienestar” (Flórez & Mosquera, 2013, p. 85). En la época primitiva el ser humano necesitó de la naturaleza para sobrevivir. Esta relación se caracterizó porque el hombre se proveía de ella mediante lo que cazaba y lo que recolectaba. La agricultura y el sedentarismo determinan características particulares en la interacción ser humano-naturaleza, la cual se orienta hacia la necesidad de proveer una mayor cantidad de alimentos y mejores condiciones de vida para las poblaciones crecientes, lo que incide en el cambio del uso del suelo, la afectación de la diversidad biológica en las plantas y los animales, el consumo de materias primas para la vivienda y la vestimenta.
Luego de la última era glacial y a partir de la revolución agrícola se inicia una nueva sociedad en la que se empieza a desarrollar la habilidad que el ser humano posee, para separar lo externo de lo interno y se genera la expansión del conocimiento. (Flórez & Mosquera, 2013, p. 85)
Varios autores, tales como Rengifo (1993), Ost (1996), Martínez (2001) y Mosquera & Flórez (2009), coinciden en que con la aparición de la agricultura, hace cien mil años, acontecieron grandes cambios: comenzó la domesticación de especies de animales silvestres, surgió la cría y la labranza. A las plantas útiles se les protege de la competencia (hierbas malas) y de los consumidores potenciales, se les brinda aguay nutrientes (fertilizantes), mientras que a los animales se les resguarda de los depredadores y se alimentan para lograr su crecimiento óptimo.