Cuando muere Carlos II sin descendencia, España, a pesar de su gran crisis todavía era una potencia territorial. Conservaba Flandes, el Milanesado y el Sur de Italia. Austria quería conservar su dinastía en España. Holanda e Inglaterra eran potencias marítimas y comerciales y deseaban un equilibrio en el continente europeo.
El todopoderoso rey Luis XIX presentó a su nieto Felipe V en la corte de Versalles, como el nuevo rey de España. Castilla aunque con reservas pronto aceptó a un Borbón francés, pero los reinos de Aragón no le aceptaban por temor a que el centralismo de los Borbones suprimiese sus tradicionales instituciones autonómicas como ya habían hecho en Francia.
Cuando muere Carlos II sin descendencia, España, a pesar de su gran crisis todavía era una potencia territorial. Conservaba Flandes, el Milanesado y el Sur de Italia. Austria quería conservar su dinastía en España. Holanda e Inglaterra eran potencias marítimas y comerciales y deseaban un equilibrio en el continente europeo.
El todopoderoso rey Luis XIX presentó a su nieto Felipe V en la corte de Versalles, como el nuevo rey de España. Castilla aunque con reservas pronto aceptó a un Borbón francés, pero los reinos de Aragón no le aceptaban por temor a que el centralismo de los Borbones suprimiese sus tradicionales instituciones autonómicas como ya habían hecho en Francia.